James es quizás más conocido por su estrecha relación con el movimiento surrealista. Fue un amigo cercano y benefactor de artistas como Salvador Dalí y René Magritte. Su apoyo financiero y su visión artística permitieron que muchos proyectos surrealistas se hicieran realidad. De hecho, James encargó algunas de las obras más famosas de Dalí, incluyendo el icónico sofá en forma de labios y la «Teléfono Langosta».
Uno de los proyectos más ambiciosos y duraderos de Edward James es el Jardín de Las Pozas, ubicado en la selva de Xilitla, San Luis Potosí, México. Este enorme jardín escultórico, construido entre 1949 y 1984, es un laberinto de estructuras surrealistas y naturales que fusiona la arquitectura con la vegetación exuberante del entorno. Las Pozas es considerado un testamento a la imaginación y al deseo de James de crear un «paraíso» surrealista en la Tierra.
Además de su contribución al arte, James también fue un poeta y escritor. Aunque su obra literaria no es tan conocida como su labor como mecenas, sus escritos reflejan su profundo interés por la estética y lo onírico.
Edward James falleció el 2 de diciembre de 1984, pero su legado sigue vivo a través de su apoyo a las artes y su creación de espacios que continúan inspirando a generaciones de artistas y visitantes. Su vida y obra son un testimonio de la importancia del mecenazgo en el desarrollo del arte y la cultura.