Se invita al público en general a conocer el extenso acervo de máscaras con el que cuenta el Museo Nacional de la Máscara, en lo particular la máscara e indumentaria de El Viejo de la Danza.
Detrás de una máscara avejentada, unos harapos sucios, con unos huaraches rotos se encuentra alguien que interpreta esta danza en las peregrinaciones.
“El Viejo de la Danza representa el mal que hay en la sociedad también, pero al final de cuentas triunfa el bien”. Esta es una costumbre muy arraigada en todas las comunidades del municipio de Villa de Guadalupe, en el estado de San Luis Potosí, manifestaciones culturales que remiten a los tiempos de los aztecas y los mayas rindiendo tributo a sus dioses.
Su finalidad es lograr que quienes van en la peregrinación orando y alabando, se distraigan, mientras con su látigo y sus ropas hechas trizas, amenazan y tratan de asustar a los que solo observan a los peregrinos en su caminar. Mientras los fieles rezan el rosario y cantan. “El Viejo grita, hace ademanes, se acerca y asusta a chicos y grandes.