Plástica

El arte barroco, un estallido de dramatismo y emoción

Surgió en Europa durante el siglo XVII y se expandió por el mundo.

Dramático, recargado y profundamente emocional, así es el arte barroco, un movimiento que surgió en Europa durante el siglo XVII y que transformó la forma en que se concebía el arte en todas sus expresiones. En respuesta a las tensiones religiosas y políticas de la época, este estilo buscó impactar al espectador a través de la exageración, el movimiento y la teatralidad.

El barroco no fue exclusivo de una sola disciplina. En la arquitectura, se expresó a través de iglesias monumentales como la Basílica de San Pedro en Roma, con cúpulas gigantescas, columnas retorcidas y decoraciones que parecían desafiar la gravedad. En la pintura, artistas como Caravaggio, Rembrandt y Rubens destacaron por sus intensos juegos de luz y sombra, sus composiciones dinámicas y escenas llenas de emoción.

En la escultura, Gian Lorenzo Bernini fue uno de los máximos exponentes al capturar momentos dramáticos con un realismo asombroso, como en su obra Éxtasis de Santa Teresa. La música barroca, por su parte, dio paso a compositores como Johann Sebastian Bach y Antonio Vivaldi, cuyas composiciones marcaron el desarrollo de la música occidental.

Este estilo también tuvo una fuerte presencia en América Latina, particularmente en México, Perú y Brasil, donde se fusionó con elementos indígenas y locales, dando lugar a una estética única y profundamente simbólica.

Hoy en día, el arte barroco sigue cautivando por su capacidad de evocar sentimientos intensos, demostrar la grandeza de lo divino y convertir cada obra en una experiencia sensorial total. Lejos de ser solo una tendencia del pasado, el barroco dejó una huella imborrable que sigue viva en iglesias, museos y expresiones culturales en todo el mundo.

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