Ciencia

¿Latinoamérica es realmente feliz?

Varias naciones latinoamericanas se posicionan dentro de los primeros 50 países más felices del mundo

Latinoamérica sonríe, aunque aún no lidera el ranking global de felicidad. Según el más reciente Informe Mundial de la Felicidad, elaborado con datos de la Encuesta Mundial Gallup y analizado por expertos internacionales, varias naciones latinoamericanas se posicionan dentro de los primeros 50 puestos del listado, destacando por su resiliencia social, sentido de comunidad y vínculos familiares.

El estudio toma en cuenta factores como el apoyo social, la percepción de libertad, la generosidad, los niveles de corrupción, la esperanza de vida y el ingreso per cápita, además de las emociones diarias reportadas por los ciudadanos.

Costa Rica se consolidó como el país más feliz de América Latina, ocupando el lugar 12 a nivel global. Muy cerca, México logró el puesto 25, seguido por Uruguay en la posición 26. Estas naciones destacan por su alta valoración de la vida, sus redes sociales sólidas y un equilibrio entre vida laboral y personal.

Otros países de la región que aparecen en el listado son:

  • El Salvador (33°)

  • Chile (38°)

  • Panamá (39°)

  • Guatemala (42°)

  • Nicaragua (43°)

  • Brasil (44°)

  • Argentina (48°)

Más abajo en el ranking se encuentran: Paraguay (57°), Honduras (61°), Jamaica (67°), Perú (68°), República Dominicana (69°), Bolivia (73°), Ecuador (74°), Colombia (78°) y Venezuela (79°).

El informe volvió a colocar a los países nórdicos a la cabeza: Finlandia, Dinamarca e Islandia lideran el ranking global, seguidos de Suecia e Israel. Estas naciones mantienen altos niveles de bienestar gracias a sus sólidas políticas públicas, bajos índices de desigualdad y confianza en las instituciones.

Más allá de los datos económicos, el informe destaca la importancia de factores intangibles como la confianza interpersonal, la estabilidad emocional, la seguridad ciudadana y el apoyo comunitario. Muchos países latinoamericanos, aunque enfrentan retos estructurales, conservan niveles altos de satisfacción personal y vínculos sociales fuertes, lo que influye de manera significativa en la percepción de bienestar.

En conclusión, aunque América Latina aún no domina la lista global, varios de sus países demuestran que la felicidad no depende exclusivamente de la riqueza, sino también de la calidad de las relaciones humanas y del sentido de comunidad.

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