Ciencia

Dormir mal te está “envejeciendo” el cerebro

La falta de sueño acelera el deterioro cognitivo y aumenta el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Dormir bien no solo te hace sentir mejor al día siguiente: puede ser clave para mantener tu cerebro joven. Diversos estudios científicos han demostrado que dormir mal, de forma crónica, provoca un deterioro real y medible en la estructura y funcionamiento del cerebro, similar al envejecimiento prematuro.

Según una investigación publicada por la revista científica Nature Communications, las personas que duermen menos de seis horas por noche, especialmente a partir de los 50 años, presentan una mayor tasa de pérdida de volumen cerebral en áreas clave para la memoria, la atención y la toma de decisiones. Esto las hace más vulnerables a enfermedades como el Alzheimer o la demencia.

“El sueño no es un lujo, es una necesidad biológica fundamental. Durante el descanso profundo, el cerebro se limpia a sí mismo, eliminando desechos tóxicos acumulados durante el día. Si ese proceso no ocurre correctamente, esas toxinas se acumulan y dañan las neuronas”, explica la neurocientífica española Marta García-Mauriño, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona.

Uno de los hallazgos más preocupantes es que la privación de sueño interfiere con el funcionamiento del sistema glinfático, un mecanismo cerebral que, durante el sueño profundo, elimina proteínas dañinas asociadas al Alzheimer, como la beta-amiloide. Dormir poco o de forma fragmentada interrumpe este “mantenimiento nocturno” y deja el cerebro expuesto al desgaste acelerado.

Pero no solo se trata de la cantidad de sueño, sino también de la calidad. El insomnio, los despertares frecuentes o los trastornos del sueño como la apnea también alteran la arquitectura del descanso y su efecto restaurador.

Los efectos de dormir mal a largo plazo incluyen:

  • Pérdida de memoria a corto plazo

  • Dificultad para concentrarse

  • Cambios de humor y mayor riesgo de depresión

  • Reducción en la capacidad de aprendizaje

  • Mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas

La buena noticia es que el daño puede revertirse parcialmente si se toman medidas a tiempo. Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas cada noche, mantener horarios regulares de sueño, evitar pantallas antes de dormir, y crear un ambiente oscuro y tranquilo en el dormitorio.

Dormir bien no es una pérdida de tiempo: es la mejor inversión para mantener la mente joven, sana y ágil durante más años. Porque sí, descansar bien también es una forma de cuidarse el cerebro.

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