Plástica

El Rojas rinde homenaje a Juan Lecuona con muestra de obras noventeras

La muestra se centra en un conjunto de pinturas donde los patrones de costura

La muerte de Juan Lecuona, ocurrida a los sesenta y pocos años, tomó por sorpresa al mundo del arte. En pleno momento creativo, su partida dejó un vacío que el Centro Cultural Rojas busca honrar con una exposición que revisita algunas de sus piezas más emblemáticas de la década de 1990.

“Después de una década de intensa actividad en los 80 —con sus calas, triángulos, múltiples exposiciones y premios—, Lecuona despliega aquí un nuevo vocabulario visual sin abandonar su rigor pictórico ni su deseo de explorar. Las veladuras, las transparencias y las texturas trabajadas con minuciosidad siguen presentes en una obra que nunca se detuvo”, explica la curadora Daniela Zattara.

La muestra se centra en un conjunto de pinturas donde los patrones de costura —esos diagramas familiares para generaciones de mujeres— se convierten en cartografías íntimas del cuerpo. Más allá de lo formal, estas figuras evocan una memoria colectiva y remiten al lugar que el artista consideraba su punto de partida: el fondo de su casa.

Su propia voz resuena aún más fuerte hoy. En una entrevista de 1987 para la Revista Cultura, Lecuona decía: “Si la muerte está implícita como contraparte de la vida, yo reafirmo a ésta con mi trabajo denodado. Para mí, pintar es existir; quizá ese deseo de afirmación de la vida sea lo que da a mi pintura una luz que parece venir desde adentro”.

Nacido en Buenos Aires en 1956, Lecuona fue parte de la generación que en los 80 reivindicó la pintura. Cofundador del Grupo Babel, recibió becas de la Fundación Antorchas y premios como el Gran Premio de Honor del Salón Nacional (2003) y el Premio Trabucco de la Academia Nacional de Bellas Artes (2002). Sus obras integran colecciones en Argentina y el extranjero, y su trayectoria incluyó murales, exposiciones individuales y colectivas en diversos países.

El homenaje del Rojas no solo celebra su legado pictórico, sino también su manera de entender el arte como un acto vital, una luz que sigue brillando incluso después de su partida.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba