Cada primer viernes de agosto se celebra el Día Internacional de la Cerveza, bebida que ha atraído la atención científica gracias a uno de sus ingredientes principales: el lúpulo (Humulus lupulus). Este componente, clave en el sabor y aroma de la cerveza, posee una amplia gama de compuestos antioxidantes, entre ellos el polifenol llamado xantohumol, que ha despertado interés por sus posibles beneficios para la salud humana.
Estudios en laboratorio y con animales han demostrado que el lúpulo tiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, antitumorales y reguladoras del azúcar en sangre. Por ejemplo, en ratas obesas, el xantohumol reduce los niveles de glucosa y triglicéridos, y también inhibe el crecimiento y la metástasis de células cancerosas. Además, algunos estudios en humanos sugieren que los compuestos del lúpulo pueden ayudar a controlar la glucemia en personas prediabéticas y mejorar el pronóstico en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda.
El lúpulo ha sido utilizado en la elaboración de cerveza por más de mil años, inicialmente para conservar la bebida y aportar sabor amargo que equilibra la dulzura de los granos fermentados. Sin embargo, la cantidad de compuestos beneficiosos en la cerveza varía mucho, siendo las cervezas artesanales las que suelen contener más xantohumol que las industriales o las lagers. Para obtener efectos similares a los observados en estudios, sería necesario consumir grandes cantidades de cerveza, lo que no es recomendable debido a los riesgos del alcohol, que incluyen enfermedades cardíacas, cáncer y daños hepáticos.
Por ello, los expertos sugieren optar por cervezas con bajo o nulo contenido alcohólico para aprovechar mejor los beneficios del lúpulo sin los efectos negativos del alcohol. Paralelamente, la industria trabaja en cultivar variedades de lúpulo con mayores niveles de polifenoles y en métodos para preservar estos compuestos durante la elaboración de la cerveza.
Aunque los estudios aún están en etapas iniciales, el lúpulo representa un componente prometedor con potencial para prevenir y tratar diversas enfermedades, haciendo de la cerveza —con moderación— una bebida que puede aportar más que solo placer.
