Ciencia

Hallan enana blanca a 39 años luz

Muchas enanas blancas aparentemente comunes podrían ser restos de fusiones estelares

A solo 39 años luz, una enana blanca ha desafiado lo que los astrónomos creían saber sobre la muerte de las estrellas. WD 0525+526, observada por el Telescopio Espacial Hubble, presenta en su atmósfera trazas de carbono que apuntan a un origen insólito: la colisión de dos estrellas.

El hallazgo, publicado en Nature Astronomy por el equipo de Snehalata Sahu y Antoine Bédard, fue posible gracias al Cosmic Origins Spectrograph del Hubble, capaz de detectar longitudes de onda en el ultravioleta lejano. En el espectro óptico no se veía rastro de carbono, pero el análisis UV reveló líneas claras de C II y C III, confirmando su origen fotosférico.

WD 0525+526 es una enana blanca ultramasiva, con 1,20 masas solares y una temperatura de 20 820 K. Su fina capa de hidrógeno y helio es mucho menor de lo esperado para una estrella aislada, lo que coincide con un escenario de fusión, donde la violencia del evento elimina gran parte de estos elementos ligeros.

En el diagrama de Hertzsprung–Russell, la estrella se ubica en la llamada “Q-branch”, una región asociada a procesos de cristalización y a enanas blancas con pasado de fusión. Es, además, el ejemplar más cercano y caliente de la subclase DAQ, con la menor abundancia de carbono registrada.

Este descubrimiento sugiere que muchas enanas blancas aparentemente comunes podrían ser restos de fusiones estelares, un fenómeno cuyo impacto en la evolución de las estrellas y en la formación de supernovas podría estar subestimado.

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