Plástica

Tumba. Imaginarios de Finitud y Memoria

La propuesta no se limita a concebir la tumba como símbolo mortuorio, sino como portal y cápsula de recuerdo

En el corazón de la Ciudad de México, la exposición Tumba. Imaginarios de Finitud y Memoria invita al espectador a un diálogo íntimo con la muerte, el duelo y la memoria. Curada por César Oropeza, la muestra reúne más de cien piezas de artistas nacionales e internacionales en torno a la ausencia y los ritos de trascendencia, desplegadas bajo una museografía rotativa que convierte cada visita en una experiencia distinta.

Presentada en Tlillancalli Casa Negra, la propuesta no se limita a concebir la tumba como símbolo mortuorio, sino como portal y cápsula de recuerdo. “Es el último vestigio de la humanidad y la cavidad donde se resguardan los tesoros más sagrados”, explica Oropeza.

El recorrido ofrece un tránsito que rehúye de lo trágico: el duelo aparece aquí como un territorio imaginativo y poético, abierto a nuevas capas de significado. Las piezas —entendidas como entidades vivas— dialogan con archivos personales, colectivos e históricos, demandando del público una escucha sensible y profunda.

Más que consolar o incomodar, la curaduría busca acompañar. En palabras de Oropeza, se trata de “un espejo donde lo ausente construye presencia y la finitud se convierte en afirmación de lo que somos”.

La exposición cuenta con la participación de más de 40 artistas, entre ellos Arturo Rivera, Ana Gabiño, Augusto Quevedd, Brenda Mut, Emmanuel Moreno Flash, Ximena Platas y Xúchitl Espinoza.

“Tumba. Imaginarios de Finitud y Memoria” estará abierta hasta el 1 de septiembre en Tlillancalli Casa Negra (Manuel María Contreras 121, colonia San Rafael).

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