Después de vivir más de 40 años en cautiverio, la elefanta africana Kenya fue trasladada al Santuario Global para Elefantes en Brasil, donde comenzó a disfrutar de un espacio natural adecuado para su especie. La liberación de Kenya marca el fin de la era de elefantes en cautiverio en Argentina, gracias a la ley de 2016 que ordena el cierre de zoológicos y la reubicación de animales exóticos a santuarios o centros de rescate.
El traslado de Kenya, que pesaba 6,000 kg, fue un proceso meticuloso que duró cinco días y que contó con la participación del equipo del Ecoparque Mendoza y de la Fundación Franz Weber. Al llegar al santuario, la elefanta se revolcó en la tierra roja, exploró su entorno y comenzó a interactuar con otros elefantes, como Mara y Pupy, ejemplares que ya habían sido trasladados previamente desde Argentina.
Durante décadas en cautiverio, Kenya sufrió problemas de salud y estrés emocional derivados de la falta de espacio, el suelo duro y la ausencia de interacción social. Expertos del santuario destacan que la elefanta ahora empieza a recuperar hábitos naturales, ejercitar sus músculos, mejorar la salud de sus patas y desarrollar vínculos con otros elefantes.
Juan Ignacio Haudet, director de Biodiversidad y Ecoparque Mendoza, señaló: “Con cada pequeño paso, Kenya nos da alegría y nos muestra que este es el camino: ella era la última elefanta en cautiverio en Argentina y no hay vuelta atrás”.
Este traslado también busca servir de ejemplo para otros países de América Latina, donde los zoológicos aún mantienen elefantes en condiciones de confinamiento, y reafirma la importancia de priorizar el bienestar y la libertad de los animales.