Ciencia

Aprender un instrumento musical puede proteger tu cerebro

Es clave elegir un instrumento que resulte desafiante pero motivador

Aunque el envejecimiento afecta la vista, la piel y las articulaciones, el deterioro cognitivo podría ser más flexible de lo que pensamos. Investigaciones recientes muestran que el cerebro pierde alrededor del 5 % de su volumen por década después de los 40 años, pero aprender nuevas habilidades, como tocar un instrumento musical, puede ayudar a preservar la función cerebral incluso en la edad adulta avanzada.

Esto es el mensaje central del primer episodio de Sin límites con Chris Hemsworth: Una vida mejor (Disney+), en el que el actor australiano, de 41 años, aprende a tocar la batería. Este proceso no solo lo prepara para un concierto, sino que también ilustra cómo estimular el cerebro puede fortalecer su salud y plasticidad.

El envejecimiento produce atrofia cerebral, afectando áreas como la corteza prefrontal y el hipocampo, responsables de la resolución de problemas y la memoria. La pérdida de neuronas, sinapsis y neurotransmisores como dopamina, serotonina y acetilcolina reduce la capacidad de adaptación del cerebro. La materia gris y blanca también disminuyen, debilitando las conexiones neuronales y aumentando la vulnerabilidad al deterioro cognitivo y a la demencia.

El antídoto contra el deterioro cognitivo es la neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para reorganizarse ante nuevas experiencias. Aprender algo nuevo crea neuronas y conexiones, construyendo lo que los expertos llaman reserva cognitiva, un “andamiaje mental” que permite al cerebro compensar daños relacionados con la edad.

Actividades como practicar deportes, pintar, cocinar, bailar o aprender idiomas estimulan la mente y fortalecen la comunicación entre los hemisferios cerebrales mediante el cuerpo calloso, mejorando multitarea, memoria y regulación emocional.

Tocar un instrumento involucra coordinación bimanual y activa múltiples regiones cerebrales simultáneamente, fortaleciendo la comunicación interhemisférica y mejorando la función ejecutiva y la memoria de trabajo. Estudios recientes muestran que adultos mayores que aprenden piano o armónica mejoran la conectividad cerebral y la memoria verbal incluso en pocos meses de práctica.

Es clave elegir un instrumento que resulte desafiante pero motivador. La constancia es más importante que la perfección: aplicaciones, tutoriales o clases grupales pueden ser útiles, y la interacción social potencia los beneficios cognitivos y emocionales.

El mensaje final es claro: nunca es demasiado tarde para estimular tu cerebro. El aprendizaje constante puede moldear la trayectoria cerebral y mejorar tanto la vida cotidiana como la salud cognitiva a largo plazo.

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