Ciencia

La Luna se aleja de la Tierra

Podrían alcanzar un “acoplamiento mareal total”

Desde su formación hace 4.500 millones de años, la Luna ha acompañado a la Tierra, regulando mareas y marcando ciclos astronómicos. Sin embargo, estudios recientes revelan que nuestro satélite se aleja lentamente, aproximadamente 3,8 centímetros por año, un cambio minúsculo que, acumulado a lo largo de millones de años, tiene efectos significativos.

Los científicos miden este alejamiento con láseres enviados desde la Tierra hacia reflectores dejados por las misiones Apolo. Gracias a esta técnica, se ha determinado que el retroceso lunar influye en la duración de los días: hace 70 millones de años, un día duraba solo 23,5 horas. Este fenómeno se debe a la interacción de las mareas: la gravedad lunar provoca abultamientos en los océanos que, al adelantarse por la rotación terrestre, frenan lentamente nuestro giro y transfieren energía a la Luna, empujándola a una órbita más alta.

A largo plazo, si este proceso continuara, la Tierra y la Luna podrían alcanzar un “acoplamiento mareal total”, donde ambos cuerpos mostrarían siempre la misma cara uno al otro. Sin embargo, antes de que ocurra, el Sol alterará el sistema: dentro de 1.000 millones de años, el aumento de su brillo evaporará los océanos y, en 5.000 millones, se convertirá en una gigante roja que engullirá a ambos.

Entre los efectos observables de este alejamiento está la desaparición gradual de los eclipses solares totales, que dejarán paso a eclipses anulares. También podrían modificarse sutilmente las mareas y el clima a lo largo de millones de años, afectando ecosistemas y la rotación terrestre.

Aunque estas transformaciones ocurren a escalas que superan la vida humana, nos recuerdan que incluso los movimientos más imperceptibles tienen un impacto duradero. La Luna, eterna en apariencia, sigue una danza cósmica con la Tierra, conectando pasado, presente y futuro del planeta.

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