Ciencia

Aprender un instrumento musical puede ayudar a combatir el deterioro cognitivo

Permite que nuevas experiencias y aprendizajes generen nuevas conexiones neuronales

Aunque el envejecimiento trae consigo efectos inevitables como el deterioro de la vista, las arrugas y problemas en las articulaciones, el deterioro cognitivo podría ser más flexible de lo que se creía. Estudios recientes señalan que aprender nuevas habilidades, como tocar un instrumento musical, puede contribuir a mantener la función cerebral incluso en la vejez.

Este mensaje se destaca en el primer episodio de la serie “Sin límites con Chris Hemsworth: Una vida mejor”, disponible en Disney+, donde el actor australiano de 41 años se inicia en la batería por primera vez. Al hacerlo, no solo se prepara para tocar ante 60 000 fans en un concierto de Ed Sheeran, sino que también demuestra cómo el aprendizaje de un instrumento puede estimular la salud cerebral en la edad adulta.

Según especialistas, la pérdida gradual de tejido cerebral, conocida como atrofia cerebral, afecta áreas clave como la corteza prefrontal y el hipocampo, responsables de la memoria, la resolución de problemas y la orientación espacial. Sin embargo, la neuroplasticidad, o capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse, permite que nuevas experiencias y aprendizajes generen nuevas conexiones neuronales, fortaleciendo la reserva cognitiva y compensando los cambios relacionados con la edad.

“Actividades como aprender un nuevo deporte, pintar, escribir o tocar un instrumento musical crean un andamiaje mental que ayuda a mantener el funcionamiento del cerebro incluso si algunas áreas empiezan a fallar”, explica Maya Shankar, científica cognitiva participante de la serie.

Entre todas las habilidades, tocar un instrumento musical es especialmente beneficioso, ya que involucra múltiples regiones del cerebro simultáneamente, fortalece la comunicación entre los hemisferios y mejora la coordinación motora. Estudios recientes muestran que adultos mayores que aprenden a tocar piano o instrumentos portátiles como la armónica de teclado mejoran la memoria, la función ejecutiva e incluso el volumen cerebral.

Para quienes deseen iniciarse, los expertos recomiendan elegir un instrumento que sea retador pero motivador, practicar de manera constante y combinar el aprendizaje con experiencias sociales, ya que esto potencia tanto los beneficios cognitivos como emocionales.

“Nunca es demasiado tarde para empezar”, asegura Michael Snyder, profesor de genética en la Facultad de Medicina de Stanford. Aprender un instrumento no solo estimula el cerebro, sino que también mejora la calidad de vida y puede retrasar los efectos del envejecimiento cognitivo.

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