Generar sensación de peligro es el objetivo central de las historias de terror, desde la literatura hasta el cine y los videojuegos. Especialistas de la Universidad de Chile, en áreas de psicología, neurociencia y artes cinematográficas, analizan cómo este género fascina al público y por qué tiene tanto éxito.
Según el profesor Pedro Maldonado, del Departamento de Neurociencia, el miedo activa una serie de respuestas fisiológicas que preparan al cuerpo para actuar: se libera adrenalina, aumenta la atención, se eleva la temperatura corporal y la sangre se redistribuye. “El cerebro busca probar situaciones para poder controlarlas… el miedo también es algo que uno puede entrenar y manejar”, explica.
Para Danilo Sanhueza, psicoanalista y académico de Psicología, la búsqueda del terror responde a un proceso evolutivo: “Hemos creado productos culturales que nos permiten representar y darle forma a aquello que nos sobrepasa, y eso tiene que ver con un punto muy primitivo de nuestra psique”.
La actriz y productora Valentina Vio destaca que muchas películas de terror incluyen críticas sociales. “El miedo en estas historias aborda cuestiones como la maternidad, la violencia hacia las mujeres o la discriminación. Nos provoca incomodidad y al mismo tiempo nos hace reflexionar”, señala.
El terror, concluyen los especialistas, combina biología, cultura e historia: desde los mitos y cuentos tradicionales hasta el cine contemporáneo, nos permite explorar lo reprimido, enfrentar nuestros temores y comprender cómo la ficción puede reflejar nuestra sociedad y nuestra propia naturaleza humana.