Ciencia

El sargazo en el Golfo de México

Un fenómeno que impacta ecosistemas y turismo

El sargazo, un grupo de algas marrones del género Sargassum, ha generado un problema creciente en las costas del Golfo de México. Mientras estas algas flotantes sirven como refugio, alimento y áreas de reproducción para tortugas, calamares, aves y otras especies marinas, sus grandes arribazones a la orilla afectan tanto a los ecosistemas como al turismo local.

Según la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) de México, durante la última década se ha observado un “crecimiento inusual” de sargazo, provocado por factores como el aumento de la temperatura del océano, cambios en corrientes y vientos, y el incremento de nutrientes como nitrógeno y fósforo.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) advierte que la acumulación de sargazo sobre el agua bloquea la luz, reduce la concentración de oxígeno y provoca eutrofización, afectando arrecifes y praderas marinas, especialmente en el Sistema Arrecifal Mesoamericano. Además, su descomposición genera malos olores y altera la experiencia turística en las playas.

Investigadores exploran posibles usos sostenibles del sargazo, como producción de biogás, fertilizantes, mejoradores de suelo, alimentos, forrajes y materiales biodegradables, aunque se requieren más estudios para evaluar sus riesgos y optimizar su aprovechamiento.

El fenómeno del sargazo, que alguna vez fue esporádico, se ha convertido en “la nueva norma”, lo que obliga a las autoridades y científicos a buscar soluciones que equilibren conservación ambiental, economía y desarrollo sostenible.

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