Dwayne Johnson, la estrella conocida por su carisma y físico imponente, ha vivido un inesperado tropiezo comercial con “The Smashing Machine”, el drama deportivo dirigido por Benny Safdie. La película, que relata la vida del luchador de MMA Mark Kerr en los años 90, debutó con apenas 6 millones de dólares, la cifra más baja en la carrera cinematográfica de Johnson.
A pesar del rendimiento en taquilla, el proyecto había generado grandes expectativas tras su ovación en el Festival de Cine de Venecia 2025. Johnson interpretó a Kerr con un compromiso físico y emocional extremo: ganó 30 libras de músculo para asemejarse al luchador real y participó en escenas de combate con golpes auténticos, buscando máxima autenticidad. Emily Blunt interpreta a Dawn Staples, la novia del luchador.
El actor reconoció en sus redes sociales que, aunque no podía controlar los resultados en taquilla, el proceso lo transformó profundamente como intérprete. La película mantiene un 84% de aprobación crítica, destacando la madurez actoral de Johnson y la dirección arriesgada de Safdie.
Expertos señalan que el modesto desempeño comercial podría deberse al cambio de tono: Johnson, acostumbrado a acción y entretenimiento familiar, asumió un papel introspectivo y dramático, distinto al público que normalmente lo sigue.
“The Smashing Machine” representa el esfuerzo más serio de Johnson por diversificar su carrera y consolidarse como actor dramático, dejando claro que está dispuesto a asumir riesgos creativos, incluso si los resultados comerciales no acompañan.
