La historia de Ozzy Osbourne, líder de Black Sabbath y una de las figuras más icónicas del heavy metal, sigue revelándose en su nueva autobiografía póstuma Last Rites, escrita junto a su colaborador Chris Ayres y publicada esta semana. La obra se centra en los últimos años de su vida, sus problemas de salud, adicciones y relaciones personales, además de rememorar encuentros con leyendas del rock como Keith Moon, Bon Scott y Steve Marriott.
Entre los momentos destacados de sus memorias:
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Planes de residencia en Las Vegas: A pesar de su retiro de las giras en 2018, Ozzy revela que su esposa Sharon Osbourne ya consideraba una residencia estilo “clásicos de Las Vegas” para él.
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Recaídas y adicciones: Admitió una recaída en el alcohol en 2012 y una adicción a los esteroides durante su gira de despedida.
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Reality shows y fama: Aunque disfrutó protagonizar The Osbournes, la fama televisiva le resultó estresante y falsa.
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Obsesiones musicales: Fue un fanático de So de Peter Gabriel, escuchándolo constantemente durante sus giras en los años 80.
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Encuentros tensos en la música: Desde grabaciones peligrosas con Busta Rhymes hasta conflictos con David Lee Roth y decisiones polémicas sobre miembros de Black Sabbath en giras recientes.
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Relaciones personales: Ozzy admite infidelidades pasadas, pero también muestra reconciliación y cariño profundo hacia su esposa Sharon y su antiguo compañero Bill Ward.
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Estafas médicas: En sus últimos años, Ozzy sufrió intentos de engaño por parte de falsos curanderos y equipos médicos fraudulentos, aprovechándose de su salud frágil.
La autobiografía no solo repasa su carrera y leyenda musical, sino que ofrece un vistazo honesto y crudo a los desafíos personales y profesionales que enfrentó hasta sus últimos días, falleciendo en julio de este año.