Emma Stone no solo es una de las actrices más queridas y sólidas de Hollywood gracias a filmes como La La Land, Poor Things o Cruella; ahora también ha sido reconocida por algo que va más allá de su talento. Su nombre se volvió tendencia luego de que un nuevo análisis estético revelara que es considerada la mujer más hermosa del mundo de acuerdo con la proporción áurea, una fórmula matemática utilizada desde la antigüedad para medir la armonía física.
El estudio fue realizado por el Dr. Julian De Silva, director del Centro de Cirugía Plástica y Cosmética Facial Avanzada de Londres, quien explicó que Stone destacó por encima de otras celebridades al evaluar los rasgos faciales bajo la proporción áurea, conocida por su valor matemático de 1.618.
“Emma Stone fue la clara ganadora cuando se midieron todos los elementos del rostro para lograr la perfección física”, señaló De Silva.
Asimismo, añadió: “Alcanzó el primer puesto gracias a su excelencia constante en todos los elementos de la proporción áurea.”
El análisis toma en cuenta aspectos como simetría facial, proporciones entre ojos, nariz y labios, así como la relación entre la longitud y el ancho del rostro.
Aunque Stone lidera este año, no es la única que se acerca a la proporción ideal. Otras figuras que también obtuvieron resultados sobresalientes fueron:
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Zendaya
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Beyoncé
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Margot Robbie
Todas ellas figuran regularmente en evaluaciones públicas relacionadas con belleza y simetría facial.
El año pasado se realizó un estudio similar para actores masculinos. El resultado coronó a Aaron Taylor-Johnson como el hombre más atractivo del mundo según la proporción áurea, con un 93.04% de perfección.
La lista también incluyó a:
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Lucien Laviscount (92.41%)
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Paul Mescal (92.38%)
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Robert Pattinson (92.15%)
La proporción áurea es un principio matemático que históricamente se ha asociado a la armonía, la belleza y el equilibrio visual. Su valor, 1.618, puede encontrarse en obras de arte, arquitectura, naturaleza y, según algunos expertos, en proporciones físicas consideradas estéticamente agradables.
En el cuerpo humano puede observarse, por ejemplo, en la relación entre la altura total y la distancia del ombligo al suelo o entre el antebrazo y la mano. En el rostro, se evalúa la simetría, la distancia entre los rasgos y la proporción general de las facciones.
Si bien no determina la belleza absoluta, sí ofrece una base matemática que muchos consideran un referente de equilibrio visual universal.




