El mercado del arte vuelve a mirar hacia América Latina con una intensidad pocas veces vista. La subasta del próximo 20 de noviembre en Sotheby’s Nueva York podría convertirse en un acontecimiento histórico gracias a una protagonista indiscutible: El sueño (La cama), obra de Frida Kahlo fechada en 1940 y valuada entre 40 y 60 millones de dólares.
Juan Coronel Rivera, especialista en arte mexicano, destaca que esta venta representa un momento excepcional para comprender la trascendencia artística y el creciente valor patrimonial de Kahlo. Subraya que la pieza proviene de una de las colecciones privadas más importantes del mundo dedicadas al surrealismo, originalmente conformada por Daniel Filipacchi, quien resguardó dos obras clave de la artista: El sueño y Lo que el agua me dio.
Para Coronel Rivera, esta subasta es “una cuestión de orden histórico”, no solo por la escasez de piezas de Kahlo disponibles a más de 70 años de su fallecimiento, sino por el salto abismal en su cotización: en los años 80, un cuadro suyo podía comprarse entre 40 y 70 mil dólares. Hoy, la expectativa roza los 60 millones.
El experto explica que El sueño destaca por su atmósfera de calma, un contraste con otras obras intensas y simbólicamente densas de la pintora. Esta serenidad, afirma, la hace especialmente atractiva para coleccionistas internacionales. Considera probable que la pintura termine en un museo de Medio Oriente, ya que el mercado latinoamericano difícilmente compite en estas cifras.
Coronel Rivera también reflexiona sobre la posible ruptura de récords: la artista mejor cotizada actualmente es Georgia O’Keeffe, con una venta de 44 millones de dólares. Si Kahlo supera esa cifra, “se convertiría en la mujer más cotizada en la historia del arte, y que sea latina es extraordinario”.
La subasta no solo expone el valor económico de Kahlo, sino la memoria cultural y el mito que continúa consolidando su legado en el escenario global.




