A poco de cerrar 2025, la mirada del mundo musical ya está puesta en los lanzamientos que marcarán el ritmo de 2026. Aunque los calendarios de estrenos discográficos suelen ser menos predecibles que los cinematográficos, lo anunciado hasta ahora perfila un año repleto de experimentación, colaboraciones inesperadas y retornos largamente esperados.
Uno de los lanzamientos más anticipados es Stove, el nuevo álbum de Lana Del Rey. Tras retrasos y cambios de nombre, se espera —con cautela— que vea la luz a finales de enero. Los sencillos “Henry, Come On” y “Bluebird” adelantan un sonido suave y cercano al folk-country, herencia de la etapa en la que el proyecto iba a llamarse Lasso.
El año abre con Tragic Magic (16 de enero), la colaboración entre la compositora ambiental Julianna Barwick y la arpista Mary Lattimore. Grabado en París, el álbum combina voces etéreas y arpa para crear un paisaje sonoro invernal y contemplativo.
Febrero será uno de los meses más cargados. Joji lanzará Piss in the Wind (6 de febrero), un trabajo diverso que va del trap difuminado a baladas íntimas de piano y guitarra. Ese mismo día, Daphni —el alias electrónico de Dan Snaith, también conocido como Caribou— estrenará Butterfly, un proyecto orientado a la pista de baile que ya promete energía con sencillos como “Sad Piano House”.
El 13 de febrero llega Cerulean, del productor hyperpop Danny L Harle, con colaboraciones de PinkPantheress, Caroline Polachek y Oklou. Ese mismo día Charli XCX publicará la banda sonora de Wuthering Heights, su primer proyecto tras la era Brat, con un tono oscuro y experimental.
Para marzo destaca The Mountain, el noveno álbum de Gorillaz, grabado en India e influido por instrumentos tradicionales como sitares y tablas, acompañado de un elenco ecléctico de colaboradores.
Todo indica que 2026 será un año vibrante y lleno de sorpresas para la música global.




