Joan Manuel Serrat se despidió oficialmente de los escenarios en 2022, poniendo fin a una de las trayectorias más sólidas y queridas de la música en español. Sin embargo, el retiro no ha significado silencio absoluto. Aunque dejó atrás las giras y la vida de conciertos, el autor de Mediterráneo reconoce que la música sigue acompañándolo y que, de vez en cuando, las musas regresan para hacerlo cantar y componer.
A sus casi 82 años, Serrat vive una etapa distinta, alejado de la presión del oficio artístico y enfocado en su familia, sus amigos y el disfrute de una vida sin compromisos profesionales. Tras más de seis décadas de carrera, el cantautor catalán asegura estar en paz con la decisión de guardar la guitarra y no volver a los escenarios de forma permanente. “Para hacer giras hacen falta muchas cosas, y no estoy dispuesto a sacrificar tanto”, afirmó recientemente en declaraciones.
Pese a su retiro, el reconocimiento no se ha detenido. Este mes de diciembre recibió el XV Premio Cortes de la Real Isla de León, otorgado en San Fernando, Cádiz, como homenaje a su invaluable aportación a la cultura y a la humanidad. Sus canciones, convertidas en patrimonio emocional de varias generaciones, siguen vigentes en la memoria colectiva.
Serrat admite que una de las sensaciones más complejas del retiro es la invisibilidad que a veces acompaña a quienes estuvieron durante décadas en primera línea. No obstante, subraya que su decisión fue consciente y oportuna: irse antes de que otros decidieran por él. Hoy, afirma, vive con serenidad un retiro dorado, convencido de que el escenario fue parte del oficio, pero no el centro de su vida.
