La araña tejedora de orbes tropical (Eriophora fuliginea) es una especie común en zonas cálidas y húmedas, reconocida por la complejidad y belleza de sus telarañas circulares, así como por la diversidad de patrones que presenta en su cuerpo. Estos diseños varían notablemente entre individuos, lo que la convierte en un ejemplar de gran interés para especialistas y observadores de la naturaleza.
Uno de sus rasgos más distintivos es el dimorfismo sexual: las hembras son considerablemente más grandes que los machos, alcanzando hasta 20 milímetros de longitud corporal, mientras que los machos suelen ser más pequeños y discretos.
A pesar de su apariencia imponente, esta araña es considerada inofensiva para los seres humanos. Solo puede morder si se siente amenazada, y su veneno no tiene relevancia médica; el dolor es comparable al de una picadura de abeja. Lejos de representar un peligro, cumple un papel ecológico fundamental, ya que ayuda al control natural de insectos, beneficiando jardines y áreas suburbanas.




