En un territorio donde hoy domina la aridez extrema, un equipo internacional de paleontólogos ha revelado una historia sorprendente del pasado: huellas fosilizadas de diminutos dinosaurios que caminaron por la región hace aproximadamente 160 millones de años, durante el Jurásico tardío.
El hallazgo, encabezado por el paleontólogo chileno Marko Yurac y publicado en la revista Swiss Journal of Palaeontology, tuvo lugar en la Quebrada Huatacondo, dentro de la Formación Majala. Se trata del registro de dinosaurios más antiguo conocido hasta ahora en Chile y en el margen occidental de Gondwana, el antiguo supercontinente del hemisferio sur.
Lo más llamativo del descubrimiento es el tamaño de las huellas: algunas miden apenas 8 centímetros, las más pequeñas jamás registradas en el país y posiblemente en toda la costa occidental de Gondwana. Las pisadas pertenecen a terópodos, dinosaurios carnívoros bípedos que incluyen tanto a grandes depredadores como a especies pequeñas, algunas relacionadas evolutivamente con las aves.
Durante el Jurásico, esta zona del actual desierto de Atacama fue un paisaje muy distinto: llanuras aluviales, humedales temporales y suelos fangosos que permitieron conservar las huellas al ser cubiertas por sedimentos. En total, los investigadores identificaron cinco niveles con rastros fósiles, que incluyen también huellas de grandes saurópodos herbívoros.
El estudio utilizó tecnología de modelado 3D, drones y fotografía de alta resolución, lo que permitió analizar con gran precisión la locomoción y el comportamiento de estos dinosaurios. Este descubrimiento reescribe la historia paleontológica de Chile y amplía la comprensión sobre la diversidad y adaptación de los ecosistemas jurásicos en Sudamérica.




