Los rumores han encendido la emoción de millones de fans en todo el mundo: Adele podría encabezar el show de medio tiempo del Super Bowl LXI, que se celebrará en febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
De acuerdo con reportes de Page Six y fuentes cercanas a la NFL, la cantante británica estaría en conversaciones con la liga y con Roc Nation, la productora del espectáculo liderada por Jay-Z. Aunque no hay confirmación oficial, el solo rumor ha desatado expectativa global.
El interés crece porque Adele ya rechazó una invitación al Super Bowl en 2017. En un concierto en Los Ángeles explicó que el evento “no es sobre música” y que ella “no puede bailar ni nada de eso”. Finalmente, Lady Gaga ocupó ese lugar con una de las presentaciones más recordadas del Halftime Show.
De aceptar ahora, Adele marcaría un contraste con las producciones recientes, centradas en grandes coreografías y despliegues visuales. Su propuesta giraría en torno a la potencia de su voz y sus baladas emotivas, lo que la convertiría en un show único en la historia del evento deportivo más visto en Estados Unidos, con más de 100 millones de espectadores cada año.
Adele no es la única candidata mencionada. Taylor Swift vuelve a aparecer en los rumores, mientras que Miley Cyrus se perfila como otra de las contendientes gracias a su popularidad y energía en el escenario.
Aunque los artistas no reciben pago por su actuación, Apple Music —patrocinador principal— invierte millones de dólares para cubrir producción y logística, consolidando al Halftime Show como uno de los eventos musicales más costosos y mediáticos del mundo.
Desde que Michael Jackson revolucionó el formato en 1993, el medio tiempo del Super Bowl se convirtió en una vitrina global por la que han pasado estrellas como Prince, Beyoncé, Rihanna, The Weeknd y Shakira. La pregunta ahora es: ¿será el turno de Adele en 2026?
