Apenas unos días después de que Banksy regresara a las calles de Londres con un nuevo mural, las autoridades londinenses borraron la obra de la fachada de los Tribunales Reales de Justicia. La pintura, que rápidamente circuló en redes sociales, mostraba a un juez con vestimenta tradicional golpeando a un manifestante en el suelo mientras sostenía un cartel salpicado de sangre.
El misterioso artista originario de Bristol apareció con la obra pocos días después de que casi 900 personas fueran arrestadas durante una protesta contra la prohibición de Palestine Action, lo que generó especulaciones sobre la posible relación entre el mural y los eventos recientes. Sin embargo, Banksy no ha confirmado si la pieza hacía referencia a un hecho específico.
Desde su aparición, las autoridades protegieron temporalmente el mural con una lámina y presencia policial para evitar que los curiosos lo dañaran o fotografiaran. No obstante, señalaron que el muro forma parte de un edificio protegido y que estaban obligados a mantener su carácter original, por lo que finalmente procedieron a borrarlo.
Aunque la pintura fue removida, aún es posible distinguir la silueta del dibujo, que rápidamente se viralizó en redes sociales, recordando la constante crítica social y política que caracteriza al artista callejero.
Banksy ha mostrado en otras ocasiones su capacidad de sorprender a la ciudad con obras cargadas de mensajes profundos o, como en el año anterior, con campañas de temática animal para generar alegría en los transeúntes. Esta nueva intervención reafirma su influencia y capacidad de generar debate sobre la justicia y la protesta social en el espacio público.