Literatura y teatro

Borges y el arte de escribir

Consejos del maestro de los laberintos

Jorge Luis Borges (1899-1986) es uno de los autores más influyentes de la literatura contemporánea. El escritor argentino, cuya obra se mueve entre bibliotecas infinitas, mitologías y laberintos, no solo creó relatos únicos sino también un modo distinto de comprender el universo a través de la palabra.

Desde joven mostró un amor inquebrantable por los libros. A los diez años escribió su primer cuento y pronto comenzó a publicar traducciones y poemas. Su vida lo llevó de Buenos Aires a Suiza y España, donde conoció de cerca las vanguardias literarias, hasta regresar a su país para convertirse en bibliotecario, ensayista y narrador. Su consagración llegó en 1935 con Historia universal de la infamia, obra que abrió paso a una carrera prolífica con más de 25 libros publicados, entre relatos, ensayos y poesía.

Borges es recordado por su imaginación radical: un cosmos circular donde el tiempo se repite, universos enteros caben en un punto diminuto (El Aleph) y todas las combinaciones posibles de palabras esperan en una biblioteca infinita (La Biblioteca de Babel). Sin embargo, además de sus ficciones, Borges dejó valiosas reflexiones para quienes se inician en la escritura.

En un texto titulado “16 consejos”, el autor compartió de manera irónica una serie de advertencias que, paradójicamente, funcionan como guía para hallar una voz narrativa propia. Entre ellas, desaconseja recurrir a personajes opuestos como Don Quijote y Sancho, abusar de metáforas visuales o jugar de manera extravagante con el tiempo y el espacio. Lo curioso es que Borges mismo hizo justamente eso, demostrando que la literatura no se trata de seguir reglas rígidas, sino de subvertirlas.

A casi cuatro décadas de su muerte en Ginebra, Borges continúa siendo un faro para los lectores y escritores. Su obra, llena de espejos y enigmas, nos recuerda que la literatura es también una forma de habitar el infinito.

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