¿Por qué Cantinflas tenía una extraña obsesión con las sirenas?
* El icónico comediante tenía diversas esculturas de estos seres mitológicos en sus propiedades
Mario Moreno, más conocido como Cantinflas, es una de las figuras más queridas y reconocidas del cine mexicano. Conocido por su humor inigualable y su estilo único, Cantinflas se ganó el corazón de millones alrededor del mundo, pero hay aspectos menos conocidos de su vida que revelan la profundidad y la complejidad de su personalidad, como su extrana fascinación por las sirenas.
La atracción de Cantinflas por las sirenas puede parecer inusual, pero es un reflejo de su carácter curioso y creativo. Las sirenas, criaturas mitológicas conocidas por su belleza y su canto encantador, han fascinado a la humanidad durante siglos. Para Cantinflas, estas figuras no solo representaban un interés mitológico, sino también una fuente de inspiración para su trabajo y su vida personal.
La historia toma un contexto extraño gracias al relato de Carlos Lorenzo Hernández, un hombre que asegura que en una ocasión se encontró con el comediante en una cantina y ya entre copas, él le confesó que quería tener de esposa a una sirena, lo perturbador es que agregó que ya sabía cómo lograrlo.
Las historias relatan que un misterioso hombre le dijo que para poder conocer una sirena debía de colocar una estatua frente al mar, ya que esto sería una clara invitación para aquellos seres mitológicos. Sea verdad o solo un mito, lo cierto es que Cantinflas adquirió una manción en Acapulco, ahí se encuentra una estatua del actor dándole la espalda al inmueble y mirarndo al mar, además, enfrente de esta escultura se encuentra una estatua emergiendo del agua.
Mito o realidad, lo cierto es que la casa pese a ser herencia de Marbez sigue abandonada y no ha sido morada de nadie en los últimos treinta años, los motivos de esto, nadie los conoce.