Cada verano, el cielo ofrece un espectáculo natural que fascina a astrónomos y aficionados: la lluvia de meteoros de las Perseidas. Este fenómeno, visible a simple vista y sin necesidad de equipo especial, ocurre anualmente entre julio y agosto, cuando la Tierra atraviesa la nube de partículas dejada por el cometa 109P/Swift-Tuttle.
La NASA explica que lo que popularmente llamamos “estrellas fugaces” son en realidad meteoroides que, al entrar en la atmósfera, se calientan por la fricción con el aire y dejan una estela brillante a su paso. En el caso de las Perseidas, esa “lluvia” ocurre cuando gran cantidad de estas partículas ingresa al mismo tiempo.
En 2025, las Perseidas estarán activas del 17 de julio al 23 de agosto, según la American Meteor Society (AMS). El momento de máxima actividad será en la noche del 12 al 13 de agosto, aunque este año la observación se verá afectada por la luz de la luna gibosa menguante, lo que podría reducir la visibilidad en un 75 %. Aun así, bajo cielos oscuros, se espera ver unas 25 “estrellas fugaces” por hora.
El radiante de las Perseidas se encuentra en la constelación de Perseo. Aunque los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo, mirar hacia esa zona aumentará las posibilidades de captar más destellos.
Consejos para disfrutar del espectáculo
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Elige un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica.
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Permite que tus ojos se adapten a la oscuridad y evita mirar pantallas.
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Usa aplicaciones astronómicas para localizar la constelación de Perseo.
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Consulta el pronóstico del tiempo y, si hay nubes en la fecha del pico, intenta observar uno o dos días antes.
A pesar de que la luna dificultará la visibilidad en 2025, las Perseidas seguirán siendo un recordatorio de la belleza y el misterio del cosmos, y una oportunidad única para reconectar con el cielo nocturno.
