Una investigación conjunta entre Japón y Chile acaba de demostrar algo tan sorprendente como inquietante: una dieta alta en grasa puede borrar ciertos tipos de memoria. El hallazgo, publicado en PLOS Genetics, muestra que tras solo siete días consumiendo alimentos con alto contenido de aceite de coco, las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) perdieron su “memoria intermedia”, aquella que permite retener información durante horas: lo que aprendemos por la mañana y aplicamos por la tarde.
El estudio no pretende satanizar la grasa, sino entender cómo su exceso interfiere con los mecanismos cerebrales. Los investigadores observaron que las dietas altas en grasa bloquean un proceso esencial de limpieza neuronal llamado autofagia, encargado de eliminar desechos dentro de las neuronas. Cuando este sistema se atasca, la memoria se resiente.
El resultado fue claro: la memoria inmediata (de minutos) se mantuvo intacta, pero la memoria de horas y la de un día se desplomaron. Y lo más interesante: al reactivar la autofagia, ya fuera mediante manipulación genética o con el fármaco rapamicina, las moscas recuperaron su capacidad de recordar.
“Lo que vimos es que la grasa no destruye la memoria, pero sí interrumpe la maquinaria que la sostiene”, explican los autores. Al analizar el cerebro de los insectos, encontraron que los desechos neuronales se acumulaban porque las vesículas de reciclaje (autofagosomas) no lograban fusionarse con los lisosomas, que son los encargados de degradar esa “basura”.
Más allá de las moscas, el trabajo apunta a un mecanismo conservado en muchos animales, incluidos los humanos. En palabras simples: la dieta puede influir directamente en cómo recordamos, y mantener en forma el sistema de limpieza neuronal podría ser clave para prevenir deterioros cognitivos.
El mensaje final no es alarmista, sino preventivo: el cerebro necesita orden interno para sostener la memoria, y el metabolismo es parte de esa ecuación. O como dicen los investigadores, “a veces basta con escuchar a una mosca para entender cómo funciona nuestra mente”.