Ciencia

Descubren a momia siberiana de 2,000 años con tatuajes ocultos

Los investigadores determinaron que los tatuajes fueron realizados mediante punciones manuales con herramientas

Un equipo internacional de investigadores ha logrado reconstruir con gran detalle los tatuajes de una momia de la cultura Pazyryk, conservada durante más de dos mil años en el permafrost de Siberia. Gracias a técnicas de fotografía de alta resolución en el infrarrojo cercano, los científicos pudieron observar diseños que eran invisibles a simple vista debido al oscurecimiento natural de la piel tras la momificación.

Los restos pertenecen a una mujer hallada a mediados del siglo XX en las montañas de Altái, junto a un hombre, caballos y lujosos objetos funerarios. Actualmente se encuentran en el Museo Estatal del Hermitage, en San Petersburgo, Rusia.

El estudio, publicado en julio de 2025 en la revista Antiquity, reveló complejos tatuajes que decoran las manos y antebrazos de la momia, incluyendo aves, figuras de renos cazados por tigres y leopardos, e incluso un animal fantástico parecido a un grifo.

Los investigadores determinaron que los tatuajes fueron realizados mediante punciones manuales con herramientas de uno y varios puntos, en lugar de técnicas subdérmicas como las suturas. Además, identificaron diferencias notables de estilo y calidad entre ambos antebrazos, lo que sugiere la participación de distintos artistas o distintos momentos de ejecución por parte de un mismo tatuador a lo largo de su carrera.

“Gracias a este método no invasivo, pudimos descubrir los diseños con un nivel de detalle sin precedentes”, explicó Gino Caspari, arqueólogo del Instituto Max Planck de Geoantropología y autor principal del estudio. Para el especialista, estos hallazgos muestran que el tatuaje era un oficio respetado en la sociedad Pazyryk, que requería formación y talento.

Aunque muchos de los elementos corresponden a la iconografía tradicional de esa cultura, otros parecen haber sido añadidos libremente, lo que sugiere un grado de creatividad individual. “Es importante recordar que fueron creados por manos humanas”, señaló la arqueóloga rusa Natalia Polosmak, reconocida por descubrir en 1993 a la célebre Doncella del Hielo.

Los resultados no solo ofrecen una nueva ventana a la vida y el arte en la Edad de Hierro, sino que también reafirman el valor del tatuaje como una práctica ancestral con profundas raíces culturales.

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