Un grupo internacional de científicos logró recuperar en las Allan Hills, al este de la Antártida, lo que ya se considera la muestra de hielo y aire más antigua fechada de manera directa en la historia de la Tierra: un núcleo de 6 millones de años. El hallazgo, realizado en la zona conocida como Allan Hills Blue Ice Area, marca un hito para la ciencia al ofrecer una mirada inédita al clima del Mioceno, una época en la que el planeta era significativamente más cálido que en la actualidad.
Los núcleos de hielo actúan como verdaderas cápsulas del tiempo. En su interior guardan diminutas burbujas de aire atrapadas durante nevadas de millones de años atrás, lo que permite analizar directamente la composición de la atmósfera. En este caso, las muestras se extrajeron a profundidades relativamente accesibles —entre 150 y 206 metros— gracias a la topografía de la zona, que empuja hielo muy antiguo hacia la superficie. Esto evitó perforaciones de varios kilómetros como las necesarias en otras partes del continente.
El descubrimiento no solo duplica el récord anterior de hielo más antiguo —de 2,7 millones de años—, sino que también ofrece datos directos del Mioceno y el Plioceno, periodos claves para entender cómo evolucionó el clima antes de la formación completa de la capa de hielo antártica. Entre los resultados más relevantes, el análisis isotópico revela un enfriamiento progresivo de aproximadamente 12 °C en la Antártida Oriental durante los últimos seis millones de años.
El estudio también encontró hielo basal prácticamente sin burbujas de aire, una rareza que podría ser evidencia de antiguos suelos o nieve compactada previa a la expansión del manto helado. Las investigaciones continuarán entre 2026 y 2031 con nuevas perforaciones, que podrían revelar capas aún más antiguas y ofrecer claves cruciales para comprender el futuro del clima global.




