
Descubren que las papas son descendientes de los tomates
Ocurrido hace entre 8 y 9 millones de años durante cambios geológicos y climáticos
Las patatas, uno de los alimentos más universales y apreciados en el mundo, deben su existencia a un cruce evolutivo sorprendente: un híbrido entre los ancestros de los tomates y una planta sudamericana llamada Etuberosum. Así lo revela un reciente estudio publicado en la revista Cell, que ha analizado 128 genomas de distintas especies para resolver una antigua incógnita científica.
Este cruce, ocurrido hace entre 8 y 9 millones de años durante cambios geológicos y climáticos en los Andes, no solo dio origen al linaje de las patatas, sino que fue fundamental para la aparición de los tubérculos, estructuras que ninguna de las especies parentales poseía. Gracias a estos órganos subterráneos, las plantas pudieron almacenar nutrientes y agua, facilitando su expansión hacia ambientes fríos y secos de montaña.
El estudio identifica genes clave, como SP6A heredado del tomate, que funciona como un interruptor para la formación del tubérculo, y IT1, proveniente de Etuberosum, ambos fundamentales para el desarrollo de esta estructura. Experimentos con edición genética demostraron que la eliminación de estos genes impide la formación normal de tubérculos, confirmando la importancia de esta mezcla genética.
Esta hibridación fue mucho más que un evento aislado: permitió una explosión de diversidad en el linaje de las patatas, que hoy incluye más de cien especies adaptadas a distintos nichos ecológicos. Además, el evento se sincronizó con el levantamiento de los Andes, que generó nuevos hábitats y presionó la evolución de estas plantas.
Este hallazgo no solo arroja luz sobre la historia de un alimento vital para la humanidad, sino que también refuerza la idea de que la evolución puede avanzar mediante cruces híbridos que combinan lo mejor de distintas especies para generar innovaciones trascendentales.