La icónica Dorothy Gale regresa al universo de El Mago de Oz en Wicked: For Good, la segunda entrega de la adaptación cinematográfica dirigida por Jon M. Chu. Sin embargo, su aparición ha sorprendido al público por una decisión creativa: su rostro nunca es mostrado en pantalla.
La película, que llegó a cines este viernes, une finalmente las líneas narrativas entre las brujas de Oz —interpretadas por Ariana Grande (Glinda) y Cynthia Erivo (Elphaba)— y la llegada de Dorothy, tal como ocurre en la cinta clásica de 1939. Dorothy, interpretada aquí por la actriz británica Bethany Weaver, aparece desde su entrada a Oz cuando su casa cae sobre la Malvada Bruja del Este, pero siempre vista desde atrás o en silueta.
El director Jon M. Chu explicó que la decisión responde a un respeto profundo por la memoria visual del personaje. “No quería imponer un rostro sobre quien el público ya imagina como Dorothy”, declaró. De esta forma, su presencia en la historia se mantiene relevante sin desplazar la narrativa central de Glinda y Elphaba.
La película también profundiza en los orígenes de personajes como el Hombre de Hojalata, el León Cobarde y el Espantapájaros, mostrando el momento decisivo en que Boq, víctima de un hechizo fallido, se convierte en el Tin Man.
Una de las diferencias más comentadas es el calzado de Dorothy. En lugar de los famosos zapatos rojos, aquí viste unos plateados, tal como aparecen en la novela original de L. Frank Baum. El diseñador de vestuario Paul Tazewell señaló que esta elección rinde homenaje al material literario y a la tradición fantástica en torno al calzado mágico.
El filme incluye múltiples guiños a la obra teatral, incluida la emblemática escena del agua y una reinterpretación de la imagen del póster de Broadway, enfatizando la amistad que define la historia de las brujas de Oz.
