
Edgar Wright regresa con “The Running Man”
*Distopía, crítica y acción al límite en la nueva adaptación de Stephen King
Edgar Wright, el director británico que ha conquistado al público con su estilo único y energético en películas como Baby Driver y Shaun of the Dead, regresa a la pantalla grande con un proyecto que ya está generando grandes expectativas: The Running Man. Lo que hace aún más emocionante este anuncio es que se trata de una nueva adaptación de la novela homónima de Stephen King, publicada originalmente en 1982 bajo el seudónimo de Richard Bachman.
Esta vez, Wright une fuerzas con el carismático actor Glen Powell para dar vida a una historia que, aunque escrita hace más de 40 años, hoy resuena con inquietante vigencia. En un mundo futuro, la pobreza extrema y el control mediático se combinan en un sistema donde las televisoras dominan la vida social. El entretenimiento se convierte en violencia pura: un popular programa televisivo ofrece grandes sumas de dinero a voluntarios que acepten ser cazados por agentes entrenados. La condición: sobrevivir el mayor tiempo posible. El precio de fallar, claro, es la muerte en vivo.
La nueva versión promete alejarse del enfoque más hollywoodense de la cinta protagonizada en 1987 por Arnold Schwarzenegger, para adentrarse en una visión más cruda, distópica y crítica, mucho más cercana al tono original de la novela de King.
El protagonista de esta historia es Ben Richards, un hombre común llevado al límite por la enfermedad de su hija y la falta de recursos. Desesperado, se convierte en uno de los «jugadores» del macabro programa. Pero Richards no solo logra evadir a sus cazadores por más tiempo que cualquier otro antes que él: también pone en jaque el sistema que lo orilló a participar.
El primer tráiler, ya disponible, adelanta una experiencia cinematográfica cargada de tensión, crítica social, escenas de acción intensas y la estética dinámica que caracteriza a Wright. Todo apunta a que The Running Man será uno de los estrenos más esperados para el cierre de 2025, y una poderosa reflexión sobre hasta dónde puede llegar una sociedad que convierte el sufrimiento humano en espectáculo.
Con esta apuesta, Edgar Wright no solo reafirma su lugar como uno de los cineastas más versátiles de su generación, sino que también revive una historia necesaria, cargada de emoción, adrenalina… y una verdad incómoda.