Ciencia

El cerebro de los pulpos: Inteligencia alienígena

Increíbles descubrimientos sobre su memoria, resolución de problemas y personalidad

Durante años, los científicos han quedado perplejos ante el comportamiento de los pulpos. Con tres corazones, sangre azul y un sistema nervioso distribuido en todo el cuerpo —incluidos sus ocho brazos—, los pulpos han sido considerados por algunos como los más cercanos a una “inteligencia alienígena” que existe en la Tierra.

Estudios recientes han revelado que los pulpos poseen una memoria sorprendentemente sofisticada, pueden aprender observando a otros y resolver rompecabezas complejos en laboratorios. En experimentos controlados, se ha visto cómo destapan frascos, reconocen patrones, manipulan objetos y hasta recuerdan a humanos específicos, mostrando preferencias o rechazos.

Uno de los hallazgos más intrigantes es su capacidad para mostrar comportamientos individuales. Algunos pulpos son más curiosos, otros más agresivos o tímidos, lo que sugiere una especie de “personalidad” en animales que, hasta hace poco, se consideraban simples.

Su cerebro, en gran parte descentralizado, funciona de forma muy distinta al de los mamíferos. Cada brazo tiene una especie de “minicerebro” que le permite actuar de forma autónoma, algo que desconcierta a los neurocientíficos.

Además, investigaciones genéticas han encontrado que los pulpos tienen una capacidad inusual para editar su propio ARN, lo que les permite adaptarse rápidamente a cambios ambientales sin modificar su ADN.

¿Podrían estas habilidades tener un origen evolutivo completamente distinto al resto de los animales inteligentes? Para muchos científicos, los pulpos representan una inteligencia paralela, un espejo que nos muestra lo poco que comprendemos sobre la mente no humana.

A medida que avanza la investigación, los pulpos se consolidan no solo como criaturas fascinantes, sino como uno de los mayores misterios de la naturaleza.

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