Una década después del Acuerdo de París, el planeta está a punto de cruzar el umbral climático más importante de nuestra era. Según el Emissions Gap Report 2025 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mundo superará los 1,5 °C de aumento de temperatura global en esta misma década, incluso si se cumplen los compromisos actuales.
El informe, titulado Off Target (“Fuera del objetivo”), revela que las políticas vigentes son insuficientes para frenar el calentamiento global. Aun en el escenario más optimista, la temperatura del planeta aumentará entre 2,3 y 2,5 °C para 2100. Si no hay cambios drásticos, podría alcanzar los 2,8 °C, con consecuencias devastadoras: olas de calor extremas, incendios forestales, sequías y el colapso de ecosistemas como los arrecifes de coral.
Para evitar que ese sobrepaso sea permanente, las emisiones globales deben reducirse un 55 % para 2035 respecto a los niveles de 2019. El informe subraya que la ventana de acción “se está cerrando rápidamente”, aunque aún es posible limitar el exceso y volver a 1,5 °C hacia finales de siglo.
Los países del G20, responsables del 77 % de las emisiones, juegan un papel clave. Sin embargo, solo siete han presentado metas para 2035 y ninguno ha reforzado sus compromisos para 2030.
El PNUMA insiste en que el cambio sigue siendo posible si se acelera la transición hacia energías limpias y se apoya a los países más vulnerables. “La acción climática no es altruismo, es supervivencia colectiva”, concluye el informe.




