
Fallece Óscar Román, heroe independiente del arte contemporáneo
*Su visión curatorial integró lo local con lo global, lo histórico con lo emergente
En el panorama artístico de México, hay figuras cuya presencia se mide no solo por los cargos que ocuparon, sino por la huella profunda que dejaron en la cultura. Uno de esos personajes fue Óscar Román, reconocido galerista, promotor cultural y pilar del arte contemporáneo nacional, quien falleció el pasado 27 de junio, dejando un vacío difícil de llenar y un legado imborrable.
Román no pertenecía al sistema de los reflectores oficiales. Era un independiente nato, de aquellos que hacen del arte una trinchera de autenticidad y transformación. Fundó en 1991 la Galería Óscar Román, en Polanco, espacio que se convirtió en punto de encuentro de generaciones de artistas, desde consagrados como Jazzamoart, Luis Filcer, Vladimir Cora o Alice Rahon, hasta nuevos talentos que encontraron en él una plataforma y una oportunidad.
Formado en la UNAM, con estudios en la National Gallery de Londres y el Centre Pompidou de París, su visión curatorial integró lo local con lo global, lo histórico con lo emergente. Organizó más de 400 exposiciones a lo largo de tres décadas y fue responsable del rescate de artistas como Alice Rahon, cuya obra llevó al Museo de Arte Moderno.
Pero Óscar Román fue más que un curador. Fue un filántropo comprometido, impulsor de subastas a beneficio de la salud infantil, la lucha contra el VIH y causas sociales. Fue también un facilitador, un puente, un hombre que hizo del arte una forma de vida y una herramienta para tocar otras.
En 2021, celebró los 30 años de su galería con un libro conmemorativo presentado en el Palacio de Bellas Artes. Hoy, sus artistas, amigos y colegas lo despiden con gratitud. Su legado permanece vivo en cada trazo que ayudó a mostrar al mundo. Porque Óscar Román no solo promovió el arte: lo sembró con generosidad en la historia de México.