Ciencia

Hace 50 años, la humanidad envió su primer mensaje al cosmos

El deseo humano de responder a la eterna pregunta: “¿Estamos solos en el universo?”

Hace medio siglo, un grupo de unos y ceros viajó desde la Tierra hacia un cúmulo estelar lejano, marcando la primera transmisión interestelar intencionada de la humanidad. Conocido como el Mensaje de Arecibo, fue enviado el 16 de noviembre de 1974 desde el Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, utilizando el radiotelescopio más potente de la época. Su destino: Messier 13, un cúmulo globular de 25 mil años luz de distancia.

La iniciativa fue obra del astrónomo Frank Drake, creador de la ecuación que lleva su nombre, con la colaboración del divulgador científico Carl Sagan. El mensaje, de apenas tres minutos de duración, contenía 1,679 bits en código binario que representaban información básica sobre la humanidad: nuestro sistema de numeración, la estructura del ADN, un mapa del Sistema Solar, una figura humana y el propio telescopio de Arecibo.

Según el astrobiólogo Abel Méndez, director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico, el impacto del mensaje en la ciencia fue inmediato. “Abrió nuestras mentes a la posibilidad de comunicarnos con otras formas de vida, planteando preguntas sobre cómo podrían entendernos otras civilizaciones y si ellas también nos están buscando”, afirmó.

El legado del Mensaje de Arecibo no se limita al pasado. En 2018, un grupo de estudiantes universitarios puertorriqueños creó un mensaje actualizado, simplificando la información sobre los seres humanos y señalando la ubicación de la Tierra dentro de la Vía Láctea. Su destino elegido fue la estrella de Teegarden, situada a 12.5 años luz, aunque la transmisión aún no se ha realizado debido al colapso del observatorio en 2020.

El derrumbe del radiotelescopio, afectado por el paso del huracán María y el desgaste estructural, puso fin a la posibilidad de enviar nuevas señales con esa potencia, aunque su legado educativo y científico continúa. “Cuando se derrumbó Arecibo, se derrumbó uno de los pilares de la ciencia en Puerto Rico”, señala Kelby Palencia-Torres, miembro del equipo del último mensaje.

A pesar de que la respuesta de cualquier civilización alienígena tardará decenas de miles de años en llegar, los astrónomos destacan que el mensaje sigue su curso hacia las estrellas. Según Méndez, un mínimo de cuatro estrellas podrían recibir la señal en los primeros 500 años, y la primera en detectarla será Gaia DR3 1328057940089589376, a 395 años luz de distancia.

El Mensaje de Arecibo no solo simboliza un hito tecnológico, sino también el deseo humano de responder a la eterna pregunta: “¿Estamos solos en el universo?”. Aunque la antena física desapareció, los ecos de su transmisión seguirán viajando por el cosmos durante siglos, dejando constancia de nuestra existencia y curiosidad.

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