
El increíble cerebro de los pulpos
La ciencia confirma que la creatividad de estos animales es superior a la de la mayoría de las especies
Dormir no es solo cosa de humanos. En un laboratorio brasileño, un pequeño pulpo común (Octopus vulgaris) fue captado cambiando de color de forma rítmica mientras dormía. ¿Lo impresionante? Lo hacía en ciclos definidos, como si estuviera soñando escenas que su cuerpo “actuaba” sin despertarse.
Este comportamiento fue documentado por neurocientíficos de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, quienes afirman que los cambios de color reflejan una fase activa del sueño, similar al sueño REM en los humanos, donde ocurren los sueños más intensos.
“El pulpo estaba completamente inmóvil, pero su piel pasaba de pálido a rayas intensas, como si recordara una cacería o se escondiera de un depredador”, explicó la doctora Sylvia Medeiros, coautora del estudio.
El pulpo es considerado uno de los animales más inteligentes del planeta: puede abrir frascos, usar herramientas y resolver laberintos. Lo fascinante es que su sistema nervioso está distribuido: dos tercios de sus neuronas están en sus brazos, no en su “cabeza”.
Ahora, con esta investigación publicada en iScience, se suma un nuevo dato: los pulpos pueden experimentar fases de sueño profundo. Y no cualquier sueño, sino uno con actividad neuronal compleja, que podría estar relacionada con recuerdos, aprendizaje o hasta imaginación.
Aún no podemos saberlo con certeza. Pero los patrones de color durante su descanso coinciden con comportamientos activos que los pulpos realizan mientras cazan, exploran o se camuflan.
“Quizá el pulpo está reviviendo momentos del día, tal vez perfeccionando técnicas de caza mientras duerme… o recordando algo que lo asustó”, afirman los investigadores.
Este estudio se suma a una creciente línea de investigación que explora la vida onírica de los animales. Se sabe que perros, gatos, ratas e incluso pájaros sueñan. Pero en el caso del pulpo, lo impactante es que no tiene columna vertebral… ni un cerebro como el nuestro.
Y aun así, sueña. Con colores. Con ritmo. Con memoria.
Datos curioso: Un pulpo puede cambiar el color y la textura de su piel en menos de un segundo… incluso dormido.