Meses después de haber sido reconocido con la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2025 por su película It Was Just an Accident, el director iraní Jafar Panahi fue sentenciado a un año de prisión por las autoridades de Irán, acusado de “propaganda contra el Estado”.
Panahi, cuya trayectoria ha estado marcada por la censura y restricciones gubernamentales que le impidieron filmar y salir del país durante varios años, enfrentó nuevamente la represión que ha caracterizado su relación con el gobierno iraní. Sin embargo, esta nueva condena no surtirá efecto, ya que el cineasta logró abandonar Irán en mayo de este año, lo que le permitió presentar su obra internacionalmente.
It Was Just an Accident, reconocida en Cannes por su mirada crítica y su retrato cotidiano de la vida bajo un estado opresor, fue la pieza que desencadenó la sanción. La cinta muestra a ciudadanos comunes enfrentándose de manera habitual a las autoridades, en un relato íntimo y profundamente político.
La situación de Panahi no es única. El caso recuerda lo ocurrido con el también cineasta iraní Mohammad Rasoulof, quien en 2024 fue sentenciado a ocho años de prisión y castigos corporales días antes de presentar su filme The Seed of the Sacred Fig en Cannes. Ambos episodios reflejan una persistente política de represión contra artistas y voces críticas dentro del país.
A pesar de las amenazas y censuras, Panahi continúa consolidándose como una figura indispensable del cine contemporáneo, utilizando su obra para denunciar las condiciones sociales y políticas de Irán ante el mundo.
