El fotógrafo documental Iván Macías, reconocido por su premio World Press Photo 2021, presenta “Fuego y fe en Tultepec”, una exposición que captura la intensa relación entre la fe y la pirotecnia en México. La muestra se encuentra abierta al público en la estación del metro La Villa-Basílica y permanecerá hasta el 9 de octubre.
El proyecto de Macías forma parte de una investigación más amplia sobre distintas manifestaciones religiosas en México, desde la Santa Muerte hasta la Virgen de Guadalupe, pasando por rituales en Taxco y comunidades de Campeche. Su más reciente trabajo se centra en la tradicional fiesta de San Juan de Dios en Tultepec, municipio reconocido por ser uno de los principales productores de pirotecnia del país.
“La fe es un valor profundamente mexicano; todos tenemos creencias que nos guían. En Tultepec, la devoción hacia San Juan de Dios se mezcla con el fuego y la pirotecnia, creando una tradición única”, explica el fotógrafo. La exposición incluye 10 fotografías en gran formato que muestran la energía, la luz y la emoción de la comunidad durante la celebración, así como la importancia cultural y económica de la pirotecnia.
La fiesta ha evolucionado significativamente con el tiempo: de los primeros toritos de finales de los 80 a los 250 toros de varios metros que participan hoy, generando un espectáculo más seguro, pero también más impresionante y riesgoso. “Es fascinante ver cómo esta tradición crece y se vincula con la economía local y el turismo, aunque no podemos ignorar los riesgos que conlleva”, comenta Macías.
La exposición busca reflejar la dualidad de la fe: el fervor religioso, la emoción y la adrenalina del fuego, y la humanidad de quienes participan en la celebración. Además, la elección del metro La Villa-Basílica es simbólica: “Es un espacio donde la fe se hace visible todos los días, especialmente el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe. Era el lugar perfecto para mostrar este proyecto”, concluye el fotógrafo.
“Fuego y fe en Tultepec” invita a los espectadores a acercarse a la tradición, a reflexionar sobre la fe y a admirar la mezcla de devoción, cultura y peligro que caracteriza a esta emblemática celebración.