Joan Miró, nacido en Barcelona el 20 de abril de 1893, es reconocido como uno de los artistas más influyentes de España y del arte moderno internacional. Maestro de la pintura abstracta, su obra destaca por el uso intenso de colores primarios, formas estilizadas y un estilo onírico que combina inocencia infantil con raíces en las tradiciones catalanas. Además de la pintura, Miró exploró la escultura, la cerámica y el arte textil, consolidando una visión artística integral y única.
A lo largo de su carrera, el estilo de Miró se vio influenciado por movimientos como el fauvismo, el cubismo y el expresionismo, aunque el artista siempre buscó romper con convencionalismos y desarrollar un estilo contemporáneo propio, libre de las restricciones del surrealismo y otras corrientes predominantes. Su primera exposición individual se realizó en 1918 en las Galerías Dalmau de Barcelona, donde presentó obras influenciadas por Cézanne y Van Gogh, destacando cuadros como Ciurana, el pueblo y Nord-Sud.
En 1920 Miró se trasladó a París, donde conoció a artistas como Picasso, Max Jacob y Max Ernst. Durante esta etapa, produjo algunas de sus obras más icónicas, como La masía, que reflejan la transición hacia un lenguaje más personal y surrealista. Su compromiso político también se hizo evidente con la creación del mural El segador durante la Guerra Civil Española, defendiendo la causa republicana.
Miró no solo dejó un legado artístico, sino que también marcó la modernidad del arte español con mosaicos públicos y exploraciones en materiales como cerámica y textiles. Su trabajo sigue inspirando a nuevas generaciones y consolidando su lugar como un referente del arte global.