Durante años, el término “gripe del hombre” se ha usado en tono de burla para describir a hombres que exageran los síntomas de un resfriado o gripe leve. Sin embargo, un estudio del doctor Kyle Sue, profesor asistente de medicina familiar en la Memorial University of Newfoundland, sugiere que los hombres podrían realmente experimentar síntomas más graves que las mujeres frente a enfermedades respiratorias.
Publicada en la revista BMJ, la investigación señala que los hombres presentan mayor riesgo de hospitalización y tasas de mortalidad más altas por gripe, incluso al controlar factores como enfermedades preexistentes. Una posible explicación estaría en las diferencias hormonales: la testosterona, predominante en hombres, tiene efecto inmunosupresor, mientras que el estradiol femenino fortalece la respuesta inmune. Estas diferencias también podrían afectar la eficacia de las vacunas, con mujeres mostrando respuestas más fuertes.
El estudio también considera razones evolutivas. Según Sue, los síntomas más intensos podrían haber sido una estrategia para conservar energía durante infecciones graves, y los altos niveles de testosterona, aunque debilitan la inmunidad, favorecían comportamientos agresivos y características sexuales secundarias ventajosas para la supervivencia y reproducción.
No obstante, algunos expertos, como Sabra L. Klein de la Universidad Johns Hopkins, advierten que la gravedad de las enfermedades respiratorias depende de múltiples factores, incluyendo edad, acceso a atención médica y condiciones fisiológicas como el embarazo. Esto sugiere que las diferencias observadas podrían variar según contexto y población.
El estudio de Sue abre la puerta a una conversación más amplia sobre salud de género, mostrando que las diferencias biológicas y sociales pueden influir en cómo hombres y mujeres enfrentan infecciones. Aunque el concepto de la “gripe del hombre” ha sido motivo de chistes, ahora parece que no todo es exageración: los hombres podrían experimentar síntomas más severos debido a factores biológicos reales.
En definitiva, esta investigación invita a repensar las bromas sobre los hombres enfermos y a considerar la salud desde una perspectiva de género más informada.
