La película “La hermanastra fea” rompe con la visión clásica de Cenicienta que conocimos de niños. Aquí, la protagonista no es la princesa, sino Elvira, una de las hermanastras, obsesionada con ser “deseable” y captar la atención de un príncipe a toda costa. La historia muestra con crudeza los tratamientos extremos a los que se somete para alcanzar la belleza que la sociedad exige.
Dirigida por Émilie Blichfeldt, la cinta sigue fielmente la versión más oscura del cuento original, donde la búsqueda de perfección puede llevar al dolor físico y psicológico. La película combina un body horror impactante con un análisis de la presión social, los estándares de belleza y la masculinidad tóxica.
Visualmente, la película es un contraste fascinante: escenas bellamente iluminadas y escenarios de ensueño se mezclan con momentos de brutalidad y horror corporal. El resultado es hipnótico, perturbador y, al mismo tiempo, profundamente reflexivo.
“La hermanastra fea” es, sin duda, una propuesta cinematográfica que invita a repensar los cuentos de hadas, donde la obsesión con la perfección puede ser tan aterradora como cualquier monstruo sobrenatural.