La lluvia de meteoros más deslumbrante del calendario astronómico está por alcanzar su punto máximo. Las Gemínidas, famosas por sus estrellas fugaces brillantes y multicolores, tendrán su mejor momento durante la noche del 13 al 14 de diciembre, cuando el cielo podría regalar hasta 120 meteoros por hora en condiciones ideales de observación.
A diferencia de la mayoría de las lluvias de meteoros, las Gemínidas no provienen de un cometa. Su origen es el 3200 Faetón, un objeto peculiar que los astrónomos clasifican principalmente como un asteroide, aunque con comportamientos propios de un cometa. Este cuerpo rocoso, de unos seis kilómetros de diámetro, pasa extremadamente cerca del Sol y, en ese proceso, libera material que queda esparcido a lo largo de su órbita. Cada diciembre, la Tierra cruza esa estela de escombros y se produce el espectáculo.
La particularidad de las Gemínidas está en la composición de sus meteoros. Al ser fragmentos más grandes, densos y ricos en metales que los de otras lluvias, sobreviven más tiempo al atravesar la atmósfera y generan destellos intensos y coloridos. Tonos amarillos, verdes, azules y naranjas aparecen brevemente en el cielo nocturno, producto de elementos como sodio, níquel, magnesio, calcio y hierro al calentarse por fricción.
Faetón 3200 sigue siendo un enigma. Aunque es rocoso, desarrolla una tenue cola cuando se acerca al Sol, compuesta principalmente de gas sodio. Algunos científicos consideran que en el pasado pudo haber liberado material con mayor intensidad o incluso fragmentarse parcialmente, dando origen a la densa corriente que hoy genera las Gemínidas.
Para observarlas en 2025, las condiciones serán favorables. Durante el pico de actividad, la Luna estará en fase menguante con solo un 25 % de iluminación, lo que permitirá cielos relativamente oscuros. Lo ideal es buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica, mirar al cielo desde el anochecer y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 20 minutos. Sin telescopios ni binoculares, solo paciencia y abrigo, las Gemínidas prometen uno de los espectáculos naturales más impresionantes del año




