La Casa de la Cultura de Pizarra, en Málaga, acoge hasta el 28 de junio la exposición de la pintora María del Pilar Anarte, quien presenta una serie de paisajes que capturan la esencia de la naturaleza a través de juegos de luz y texturas que evocan la tierra, el agua, la vegetación y las piedras.
Formada en la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla y en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, Anarte ha desarrollado una carrera que combina exposiciones individuales y colectivas con ilustración de libros de poesía, cuento y guías de viaje. Sus paisajes reflejan una relación afectiva con los lugares que representa, desde rincones de Málaga, Mollina y Alfarnate hasta la Alpujarra de Granada o las cataratas de Iguazú, transmitiendo la sensación de habitar los espacios que pinta.
A diferencia de los paisajistas románticos, que proyectaban sus estados de ánimo en la naturaleza, la obra de Anarte se acerca a la fidelidad objetiva de Carlos de Haes, fundador del moderno paisajismo español, logrando un delicado equilibrio entre la representación del entorno y la presencia del artista. Sus composiciones, cuidadosamente trabajadas con espátula, permiten que el espectador proyecte sus propios sentimientos sobre el paisaje, creando una experiencia casi meditativa.
“Los paisajes pueden interpretarse como ejercicios espirituales”, explica la crítica especializada. En las pinturas de Anarte, la combinación de perspectivas abiertas, elementos naturales y el juego de luz invita al espectador a mirar a lo lejos, descubrir nuevas perspectivas y apreciar la inmensidad y el misterio del mundo natural.
La exposición de María del Pilar Anarte es, en palabras de los expertos, una invitación a habitar los paisajes con la mirada y con el alma, disfrutando de la belleza y el misterio de la naturaleza a través del arte.
