San Luis Potosí vive el arranque de su gran fiesta anual: la Feria Nacional Potosina 2025 (FENAPO), que apenas en sus primeros días ya ha conquistado a miles de visitantes con su mezcla de música, gastronomía, cultura y entretenimiento. Este domingo 10 de agosto promete ser una de las jornadas más esperadas del calendario ferial gracias a la presencia de dos artistas que, aunque de géneros muy distintos, comparten la capacidad de convocar multitudes y encender escenarios: Marilyn Manson y Gabito Ballesteros.
En el Foro FENAPO, conocido también como el Teatro del Pueblo, la noche se teñirá de rock con la llegada de Marilyn Manson, figura emblemática de la música alternativa y del shock rock a nivel mundial. Con una trayectoria marcada por la provocación estética y sonora, el intérprete de “The Beautiful People”, “Sweet Dreams” y “The Fight Song” promete ofrecer un espectáculo de alto voltaje para sus seguidores mexicanos. La entrada general es gratuita, pero quienes deseen una experiencia más exclusiva podrán optar por las zonas VIP: Terraza Verde ($2,900) y Terraza Blanca ($3,500), disponibles a través de Fastticket.
Mientras tanto, en el Palenque FENAPO 2025, la noche tendrá un pulso completamente distinto con el estilo inconfundible de Gabito Ballesteros, uno de los exponentes más sonados del regional mexicano. Con éxitos como “Perlas Negras”, “7 Días”, “Presidente” y “Cleopatra”, el joven sonorense llegará para poner a cantar y bailar a un público que ya agotó preventas en varias zonas. Los boletos pueden adquirirse en Smarticket y puntos autorizados como el Hotel Holiday Inn, con precios que van desde $400 pesos (Zona Roja) hasta $2,500 pesos (Diamante).
La FENAPO, considerada una de las ferias más importantes de México, combina lo mejor de las tradiciones potosinas con una cartelera artística que compite con los grandes festivales internacionales. Este domingo 10 de agosto quedará marcado como una noche en la que el rock industrial y el regional mexicano compartirán protagonismo, confirmando que en San Luis Potosí hay espacio para todos los sonidos y todas las emociones.