A más de 450 años de su muerte, las profecías de Michel de Nostradame, mejor conocido como Nostradamus, siguen despertando curiosidad, misterio y debates entre escépticos y creyentes. El médico y astrólogo francés, autor de Las centurias astrológicas, escribió miles de versos enigmáticos que, según algunos, predicen eventos clave de la historia.
Para 2025, varias interpretaciones de sus textos apuntan a escenarios inquietantes: conflictos bélicos de gran escala, brotes de enfermedades y la aparición de un fenómeno cósmico descrito como una “bola de fuego” que podría impactar la Tierra. Aunque estos vaticinios son ambiguos y sujetos a múltiples lecturas, no han dejado de alimentar teorías y especulaciones.
A lo largo de los siglos, admiradores de Nostradamus han asegurado que anticipó sucesos como la muerte del rey Enrique II, el Gran Incendio de Londres, la Revolución Francesa, el ascenso de Adolf Hitler y los atentados del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, especialistas en historia y lingüística advierten que sus cuartetas, redactadas en un lenguaje críptico y en varias lenguas, permiten interpretaciones tan amplias que pueden adaptarse a casi cualquier hecho.
Pese al escepticismo, la figura de Nostradamus se mantiene viva en la cultura popular, especialmente en momentos de incertidumbre global. Sus supuestas predicciones para 2025 se han vuelto virales en redes sociales y en programas de televisión, reforzando la eterna pregunta: ¿era Nostradamus un visionario adelantado a su tiempo o un maestro del lenguaje ambiguo?