La exposición “Calavera mexicana. Símbolo de vida”, de la artista Perla Arroyo, propone una lectura contemporánea de los símbolos de la cosmovisión mexicana, entre ellos la pieza “Coyolxauhqui”, una obra que resignifica a la deidad mexica desde la idea del renacimiento y la fortaleza espiritual.
En esta representación, Coyolxauhqui se transforma en un emblema de regeneración. La artista integra elementos simbólicos como la mariposa, posada en el pecho de la figura, asociada a la transformación y al ciclo de la vida; así como el ajolote, animal emblemático por su capacidad regenerativa, que refuerza la noción de renovación constante. Estos elementos dialogan con la tradición prehispánica y la mirada contemporánea de Arroyo.
La obra también incorpora el símbolo del año cero, entendido como un nuevo comienzo, un punto de partida que invita a la reconstrucción personal y colectiva. Destaca, además, una aureola que remite a la Virgen del Pilar, pero reinterpretada con puntas semejantes a lanzas, recordando el carácter guerrero de Coyolxauhqui y su fuerza como deidad mexica.
A través de esta pieza, Perla Arroyo establece un puente entre lo sagrado, lo mítico y lo actual, proponiendo una reflexión sobre la identidad, la resiliencia y la transformación. Coyolxauhqui se convierte así en una figura que no representa la derrota, sino la posibilidad de renacer desde la fragmentación.
“Calavera mexicana. Símbolo de vida” reafirma el interés de la artista por resignificar los símbolos tradicionales mexicanos y dialogar con ellos desde una perspectiva contemporánea, en la que la muerte se entiende no como final, sino como tránsito y posibilidad de vida.




