¿Por qué los antibióticos no curan un resfriado?

Una de las enfermedades más comunes a nivel mundial es el resfriado común. Los adultos padecen esta enfermedad de 2 a 3 veces por año, mientras que los niños pueden padecerla aún más. Las estaciones donde es más común tener un resfrío son primera e invierno.

Los resfriados son enfermedades virales, es decir, son provocadas por un virus. Ingresan al cuerpo y se alojan en el sistema respiratorio alto, lo que engloba a la nariz, cavidades nasales, faringe y laringe, donde empieza a reproducirse y provocar la infección. Más de 200 tipos de virus pueden provocar un resfriado.

Los síntomas de un resfriado común son:

• Dolor de cabeza
• Dolor de garganta
• Nariz tapada
• Secreción nasal
• Tos
• Estornudos constantes

Por lo general, los síntomas duran de una a 2 semanas.

Existen varios medicamentos que pueden ayudar a tratar los diferentes síntomas que provoca el resfriado, como analgésicos para tratar el dolor en diferentes zonas, o antihistamínicos para los estornudos y la secreción nasal.

Es común que la gente piense que una buena opción para tratar un resfriado es un antibiótico, sin embargo, es una idea totalmente equivocada, pues no sólo no ayudará en nada, sino que también tendrá consecuencias negativas.

Los antibióticos son un tipo de medicamento que ayuda a tratar infecciones provocadas por bacterias. Actúan de 2 maneras; impidiendo que las bacterias se sigan reproduciendo, o matándolas. Hay algunos que funcionan de ambas maneras.

 ¿Por qué un antibiótico no sirve para tratar un resfriado? Como se mencionó anteriormente, un resfriado es provocado por un virus, mientras que los antibióticos sólo atacan bacterias, por lo que no le harán nada al virus. Una bacteria es un microorganismo, mientras que un virus es un conjunto de biomoléculas, que ni siquiera se le puede considerar como un ser vivo.

El uso indiscriminado de antibióticos es muy perjudicial, ya que estos pueden atacar a nuestra propia flora intestinal, provocándonos graves daños, además de colaborar a que las bacterias se hagan resistentes a los antibióticos que tenemos hoy en día, haciendo que sea más difícil erradicar una infección bacteriana.

Se considera a los antibióticos como una opción rápida para tratar un resfriado, sin embargo, estos no ayudarán en nada, e incluso provocarán un daño. Es por esto que es importante concientizar a la población a no automedicarse y acudir a un médico para que sea él quien dictamine si se requiere un antibiótico o no.

TÉ DE GOBERNADORA: UN REMEDIO TÓXICO

En muchas partes del mundo, sobre todo en México y el resto de Latinoamérica, se siguen usando remedios hechos a partir de plantas para tratar distintas enfermedades. Estos remedios son en su mayoría tés, aunque también se encuentran pomadas, jarabes, etcétera.

 Un té, o infusión, es una forma bastante sencilla de preparar un remedio, pues sólo se necesita colocar agua al fuego hasta que ésta hierva, en este momento se le añaden algunas ramas u hojas de una planta, que luego serán retiradas. Se diferencia de la decocción en el momento de agregar la planta, ya que en esta última se deja que el agua hierva ya con las hojas en ella.

Para la elaboración de estos remedios, se usan plantas silvestres, que se pueden encontrar con facilidad en las afueras de las ciudades o pueblos. Las especies de plantas que se pueden encontrar dependen del lugar de donde se esté.

La gobernadora (Larrea tridentata) es un arbusto que suele medir de 1 a 3 metros de altura, con hojas de color verde oscuro y flores amarillas. Posee un olor bastante fuerte y característico. Se encuentra en gran parte del norte de México; desde los desiertos de Chihuahua hasta el bajío, en estados como Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, etcétera.

El té de gobernadora es usado por las comunidades para tratar múltiples enfermedades y padecimientos, tales como:

• ETS (Enfermedades de transmisión sexual)
• Tuberculosis
• Mordedura de serpiente venenosa
• Varicela

A pesar de usarse ampliamente en la medicina tradicional, la planta gobernadora representa un gran peligro, ya que es altamente tóxica, y puede provocar graves daños en el hígado y riñones, como consecuencia de ingerirla como té.

Existe un pequeño margen de error con esta planta, ya que si se dejan las hojas dentro del agua hirviendo por mucho tiempo, habrá una alta concentración de sustancias tóxicas. Algunos expertos incluso aconsejan sumergir las hojas e inmediatamente sacarlas del agua. También aconsejan no prepararla como decocción, ya que de esta manera se liberan más sustancias tóxicas.

La medicina tradicional ha transcendido de generaciones en generaciones, aliviando de diferentes enfermedades a los habitantes de pequeñas comunidades. No obstante, se debe tener cuidado con este tipo de remedios, ya que, al no tener evidencia científica de sus efectos secundarios, se corre el riesgo de sufrir una intoxicación.

¿CÓMO SABE EL MEDICAMENTO DONDE DUELE?

Cuando se está enfermo, es común que algunos de los síntomas sean dolor en diferentes partes del cuerpo, como cabeza, garganta o estómago. Incluso se puede sufrir un accidente y tener dolor muscular por algún golpe o en las articulaciones por hacer repetidamente una actividad.

Una forma común de aliviar cualquier dolor es con medicamentos, específicamente de los analgésicos, los cuales mediante diferentes procesos y sin importar el lugar, lograrán llegar al sitio del dolor y lo aliviarán.

 Su modo de acción deja una incógnita; ¿cómo sabe la pastilla donde se localiza el dolor? Pues, sea cual sea el lugar del dolor, el medicamento terminará aliviándolo.

Para responder esa pregunta, primero debemos conocer el proceso por el que una pastilla llega a donde tiene que llegar. Todos los medicamentos pasan por 5 etapas durante todo su paso por el cuerpo:

• Liberación
• Absorción
• Distribución
• Metabolización
• Expulsión

Cuando se toma un medicamento, generalmente por vía oral, este viajará hasta el estómago, donde pasará por la primera etapa; la liberación, donde el principio activo del medicamento hará contacto con nuestro organismo.

Posteriormente, llega la absorción, que es la etapa donde el principio activo del medicamento es acogido por el sistema digestivo, como si fuera comida. Es una preparación para la siguiente etapa, que es la distribución, donde el fármaco es transportado a través del sistema circulatorio.

Aquí llega la respuesta a la incógnita. No es que el medicamento sepa donde tiene que actuar y llegue a ese sitio en específico, sino que llega a todo el cuerpo, y tarde o temprano llegará al sitio donde es requerido.

La siguiente etapa de este proceso es la metabolización, donde, una vez que el fármaco haya llegado al sitio del dolor, provocará diferentes reacciones químicas y biológicas que harán que desaparezca.

 Finalmente llega la expulsión, donde lo que queda del fármaco después de haber sido metabolizado es desechado del cuerpo por la orina.

La duda de cómo es que el medicamento sabe dónde actuar parece muy inocente, e incluso para algunos puede parecer tonta, sin embargo, como se explicó con anterioridad, es un proceso bastante complejo  el que pasa un fármaco a través de todo el cuerpo, por lo que su respuesta requiere de bastante ciencia.

ALIMENTOS RICOS EN GLUCOSA, MÁS DE LOS QUE SE CREE

Una de las enfermedades que más afecta a México es la diabetes, pues se estima que 13 millones de mexicanos la padecen. En el 2022, fue la tercera causa de muerte más común en México, sólo detrás del COVID-19 y enfermedades cardiacas.

La diabetes se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre, la cual es regulada por una hormona llamada insulina. Esta enfermedad puede ser de 2 tipos: tipo I si el cuerpo no produce insulina para regular la glucosa, y tipo II si el cuerpo no produce la suficiente, o no la utiliza de la mejor manera.

La glucosa es un carbohidrato, específicamente un azúcar simple, y posee un sabor dulce en su forma aislada. Puede unirse a otros azucares simples para formar azucares compuestos, o puede unirse a otras glucosas para formar polímeros. Es la molécula que se necesita para tener energía y poder realizar diversas actividades.

La manera en la que obtenemos la glucosa es mediante los alimentos, ya que nuestro cuerpo no es capaz de producirla por sí mismo como lo hacen las plantas. Dependiendo del tipo de alimento, será la cantidad de glucosa que tenga, así como la forma en la que se encuentre; aislada o junto a otros azucares.

Es de esperarse que alimentos con un sabor dulce, como galletas o caramelos, tengan grandes cantidades de glucosa, sin embargo, si se junta a la glucosa con otro azúcar simple, su sabor será menos dulce. Incluso si se empareja con otras moléculas de glucosa, tendrá un sabor diferente, por lo que algunos alimentos, a pesar de no tener un sabor dulce, pueden tener grandes cantidades de glucosa.

Un ejemplo de un alimento con más azúcar que el que se cree es la leche, la cual contiene un azúcar compuesto llamado lactosa, que está conformada por una molécula de glucosa y otra de galactosa. El sabor de la leche es suave, ligeramente dulce, por lo que no se espera que tenga cantidades considerables de azúcar, sin embargo, sí las tiene.

Otros alimentos que tienen más glucosa de la que se cree son las pastas, panes, papas, y cereales. Estos alimentos contienen almidón, el cual está hecho de muchas moléculas de glucosa unidas, como si fueran las ramas de un árbol. La cantidad de glucosa en estos alimentos es tanta que su consumo está prohibido para los diabéticos.

A pesar de que un alimento sepa ligeramente dulce o incluso salado, puede tener grandes cantidades de glucosa, por lo que es importante verificar la información nutrimental de lo que consumimos, más si se tiene una enfermedad metabólica como la diabetes.

TRATAMIENTO MÉDICO: LA IMPORTANCIA DE SEGUIRLO

Es normal que en algún momento de la vida se tenga una enfermedad, un estado donde la salud se ve deteriorada. Las hay de muchas índoles, como cardiacas, endocrinas, infecciosas, entre otras. También pueden ser agudas si duran poco tiempo o crónicas si se las padece por mucho tiempo.

Lo recomendado es que se acuda al médico en cuanto se sientan los primeros síntomas, así este dará indicaciones de cómo sobrellevar la enfermedad. Lo más probable es que recete medicamentos, los cuales se tomarán cada cierto número de horas por un determinado número de días.

Ya sea por descuido o simplemente desinterés, se suele tomar el medicamento a diferentes intervalos de tiempo de los que estableció el médico, e incluso se deja de tomar antes de que el tratamiento haya terminado, pues ya no se sienten los síntomas que solían afligir al paciente.

¿Qué pasa si no se toma el medicamento a las horas establecidas? La respuesta es la misma para todos los medicamentos, y es que la cantidad de estos en el cuerpo va a variar, y no serán de ayuda.

Si se toma el medicamento antes de la hora indicada, aún habrá rastro de la dosis que se tomó antes, por lo que habrá un aumento del fármaco en la sangre, y puede llevar a tener efectos adversos e incluso una intoxicación.

Si se toma el medicamento después de la hora indicada, las concentraciones de este serán demasiado bajas, por lo que no se tendrá un efecto terapéutico y no servirá de nada el haberlo tomado.

Por otro lado, ¿qué pasa si se deja de tomar el medicamento? La respuesta depende del tipo de medicamento, pero en todo caso tendrá un efecto negativo. Una respuesta generalizada es que volverán a aparecer los síntomas, incluso más fuertes, ya que no se erradicó la enfermedad del todo.

En el caso de los antibióticos, y todos los medicamentos que combaten microorganismos, hará que queden algunos patógenos sobrevivientes, que podrían volver a infectar al paciente, teniendo de nuevo la enfermedad, además de generar resistencia al medicamento.

Es importante seguir al pie de la letra las indicaciones dadas por el médico, ya que si no se obedecen, no se curará la enfermedad, e incluso se puede agravar teniendo complicaciones por la misma enfermedad o por la mala toma de los medicamentos.

PASTILLA DEL DÍA SIGUIENTE, ¿QUÉ PASA SI LA TOMO?

La pastilla del día siguiente, o Postday, es un grupo de anticonceptivos de emergencia (Postcoital) femeninos orales, cuyo objetivo es impedir un embarazo no deseado.

Actúa impidiendo la liberación de un óvulo, o la implantación de éste mediante el desprendimiento del endometrio, que es la capa/tejido que cubre el interior del útero y tiene como finalidad proteger el embrión, dando como consecuencia la menstruación.

Se recomienda usarse únicamente en casos de emergencia, como lo pueden ser los siguientes:

• No se usó algún anticonceptivo
• El método anticonceptivo falló por:
  • Rotura del condón
  • Falla del coito interrumpido.
  • Falla en el cálculo de abstinencia periódica.
  • Expulsión de un dispositivo intrauterino.
  • Olvido de tres o más píldoras anticonceptivas en un ciclo.

Este anticonceptivo tiene una alta efectividad, siendo de entre 90 al 95% si se toma dentro de las primeras 24 horas después del acto sexual, y disminuye a un 70% después de haber transcurrido más de 72 horas.

Es un medicamento bastante eficaz, sin embargo, su uso es muy restringido. Como se mencionó anteriormente, se recomienda usarse sólo en situaciones de emergencia, y no como un método anticonceptivo normal. Se sugiere usarse un máximo de 2 veces por año.

Las restricciones a estas pastillas son por el gran efecto negativo que provocan en el cuerpo femenino. Si se toman de manera normal, se tendrán diversos síntomas, como:

• Náuseas
• Dolor de cabeza
• Sensibilidad en los senos
• Cansancio
• Dolor abdominal

Si se tomó la pastilla antes de la menstruación, se corre el riesgo de tener una hemorragia. De igual manera, aunque se haya tomado la pastilla en una fecha alejada a la de la menstruación, hay posibilidad de sangrado.

Una complicación bastante grave como consecuencia de utilizar este tipo de pastillas es un embarazo ectópico, ya que el medicamento hace que el óvulo no se implante en el endometrio, sin embargo, el desarrollo del feto puede darse fuera de este, como en las trompas de Falopio, poniendo en riesgo la vida de la gestante.

La pastilla del día siguiente es muy útil, ya que cuenta con una gran eficacia y puede salvar a una joven pareja de enfrentar un embarazo, sin embargo, hay que utilizarla con mucho cuidado, ya que puede afectar gravemente la salud de la madre si no se usa con responsabilidad.